Una arquitecta cordobesa de 46 años que vivía en Neuquén desapareció el miércoles a la tarde y este viernes, pasado el mediodía, fue encontrada asesinada en un canal de riego a metros del río Neuquén, a la vera de la calle 4.

El cuerpo presenta claros signos de criminalidad. A simple vista, los médicos pudieron observar que la mataron a golpes en la cabeza, uno en la nuca y al menos dos en el rostro.

Por estas horas, es clave para la investigación confirmar la identidad, procedimiento que ya se habría concretado, por lo que resta dar aviso a los familiares y establecer las causas de la muerte en la autopsia.
El caso arrancó a las 15 del miércoles cuando allegados a la mujer radicaron la denuncia por su desaparición, que todavía no se ha podido establecer si fue forzada o no.
Este viernes a la tarde, un llamado alertó al personal de la Comisaría Quinta sobre un cuerpo dentro de un canal de riego en un recodo de calle 4 al fondo en Centenario, a metros del río Neuquén.

De inmediato se realizó el abordaje para chequear la información recibida y se acordonó la zona. La fiscal de Homicidios Eugenia Titanti tomó intervención y salió hacía el lugar para dirigir la investigación in situ.
Se perimetraron unos 400 metros donde personal de Criminalística realizó un barrido en busca de elementos que puedan ayudar a esclarecer el crimen.
48 horas llevaba desaparecida la mujer cuando la encontraron. La denuncia la radicaron personas de su círculo íntimo cuando dejaron de tener novedades de ella el miércoles a las 15. Después de 48 horas, apareció su cuerpo en un canal de riego.
A su vez, los bomberos de Centenario colaboraron para retirar el cuerpo del interior del canal y que los forenses realizaran una inspección del lugar. Fue así que descubrieron los primeros signos de criminalidad, un golpe en la nuca y al menos dos en el rostro, pese a que el cuerpo estaba en estado de descomposición.
El cadáver fue derivado al Cuerpo Médico Forense, donde se le practicará la autopsia para terminar de confirmar la identidad, las causales de la muerte y la hora en que se produjo el deceso.
Un dato no menor y que alienta la hipótesis del crimen es que en el lugar no encontraron el celular de la víctima, por lo que ahora se realizan una serie de medidas tendientes a reconstruir quiénes fueron sus últimos contactos y cómo fueron sus últimas horas de vida.

Los pesquisas también deberán determinar si el lugar donde encontraron a la mujer es la verdadera escena del crimen o si fue asesinada en otro lugar para luego descartarla en ese sector de la rivera de Centenario.
Por ahora, tanto la Policía como la Justicia se manejan con absoluto hermetismo.
De la víctima no surgen demasiados datos, solo que vivía en Neuquén y tenía amigas que son de Centenario, pero esa zona donde se encontró su cadáver nunca la había frecuentado. De ahí que toma fuerza la hipótesis del crimen.

Recuperar los últimos llamados
En investigación criminal hoy es clave tratar de obtener el celular de la víctima, porque es mucho más eficaz que una huella digital. En el móvil se pueden obtener sus últimos contactos, llamadas, mensajes, lugares en los que estuvo e incluso las fotos.
Pero al no aparecer el dispositivo, es clave pedir el listado de llamadas entrantes y salientes del último tiempo.
En paralelo, los investigadores de Homicidios deberán buscar testigos en la zona que puedan haber visto algo, por ejemplo un auto que llegó, frenó y tras unos minutos siguió. También son fundamentales las cámaras.