Al parecer los narcos de alguna manera se percataron de la llegada de la fuerza de seguridad al lugar donde estaban con una importante cantidad de droga y decidieron darse a la fuga.
La sustancia estaba bien acondicionada en paquetes tipo ladrillos en el interior de un tubo de gas.

Contrario a lo que suele ocurrir habitualmente cuando personas alertan sobre algún hecho delictivo, esta vez el personal de la Gendarmería Nacional efectuaba un patrullaje sobre la ruta nacional 54 cuando arribaron al paraje Tobantirenda, donde observaron un vehículo, un Fiat Siena Fire, que a primera vista parecía abandonado. Tenía la puerta del conductor abierta, las balizas encendidas y una rueda desinflada.

Ante este panorama los funcionarios se acercaron hasta el vehículo y llevaron a cabo la inspección correspondiente del rodado, previamente buscaron a testigos hábiles para constatar fehacientemente la presencia de tubos de gas en el interior del baúl del auto, uno de los cuales tenía imperfecciones en una de sus puntas, un corte considerable y trabajos desprolijos de soldadura, esta anormalidad alertó aún más al personal de la Gendarmería, que decidieron comunicar lo ocurrido al Juzgado Federal de Orán, desde donde los gendarmes recibieron la orden de trasladar al Fiat Siena a la Sección Vial "Caraparí" para realizarle una inspección más minuciosa. Del tubo que contenía anomalías sustrajeron 12 paquetes rectangulares que contenían una sustancia blanca, la cual al ser sometida a las pruebas de campo narcotest arrojó resultado positivo para cocaína, con un peso total de 12,598 kilogramos.
La Fiscalía interviniente orientó el decomiso del estupefaciente, como así también del rodado y de documentación de interés para la causa.