El prestamista acusado del femicidio de Ferni Ayala pidió perdón ante el Tribunal en lo Oral
y Correccional número 17 y aseguró que no mató a la joven el 19 de febrero de 2023 en el barrio porteño de Villa Zabaleta.
En este sentido, Esteban Rojas Almada, de 46 años y de nacionalidad paraguaya, señaló que el disparo que tenía en su cuerpo fue producto de un forcejeo entre ambos.
"Traté de sacarle el arma, forcejeamos y no sé cómo se disparó. La vi tirada, la quise reanimar pero se fue al instante", manifestó el imputado durante su declaración.
El hombre consideró que "no es un asesino" y que "no sabe qué pasó con el arma, y agregó que se limpió la sangre porque tenía miedo y o quería salir a la calle de esa manera.
Narró que se fue caminando a a la casa de su madre, a quién le habría dicho que se quería suicidar: "Ella me dijo que no lo haga porque tenía una hija, me acordé de mi viejo y me fui al cementerio".
Luego, concurrió a la vivienda de una amiga suya, en la provincia de Buenos Aires, quien le habría recomendado huir hacia Paraguay.
El prestamista dijo que la víctima estaba "muy violenta con él" esa noche, aunque eran "una pareja normal" y que estaba muy enamorado de ella.
"Yo ya estuve preso sin cometer ningún delito, no quería estar de nuevo, la celda común es un horror", afirmó Almada.
En tanto, los alegatos del Ministerio Público Fiscal se conocerán el 13 de noviembre.
El debate oral contra el acusado, quien estuvo prófugo cinco meses hasta que fue detenido por Interpol en Paraguay, comenzó el miércoles 23 de octubre.
Almada fue imputado por el delito de "homicidio agravado por el vínculo y mediando violencia de género" contra quien era su pareja Ferni Ayala y por la "tenencia ilegal de un arma de guerra". Si se lo encuentra culpable recibirá una condena de prisión perpetua.
El caso
Ferni Ayala fue asesinada en la noche del 19 de febrero de 2023 cuando salió a bailar junto con su pareja y amigos. En medio de la salida mantuvieron una discusión, regresaron a la vivienda en el barrio Zavaleta y fue allí donde, según la acusación, Almada la mató.
Dentro del domicilio el agresor la golpeó, intentó asfixiarla y al no lograrlo sacó una pistola calibre 9 milímetros y le disparó dos veces.
Durante cinco meses el acusado estuvo prófugo de la Justicia hasta que, tras una ardua investigación, fue capturado en su país natal, Paraguay.
En medio del juicio, los familiares de la víctima denuncian que reciben constantes amenazas y hostigamientos.