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Nacional

En un texto el FMI criticó el endeudamiento de Macri

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Dos economistas del Fondo Monetario Internacional (FMI) concluyeron en un reciente trabajo que las expectativas de los inversores sobre los países pueden alentar bajas en las tasas de interés que no se condicen con variables objetivas y que llevan a los gobiernos a sobreendeudarse, como paso previo a que esa burbuja explote. Y pusieron como ejemplo cabal de este movimiento a la Argentina.
En concreto, notaron que el gobierno de Mauricio Macri aprovechó una ventana de optimismo de la comunidad internacional para colocar bonos que luego no pudo pagar, lo que motivó el rescate de emergencia del Fondo.

El estudio, aclara el Fondo, no necesariamente coincide con la visión del directorio. Puede leerse como un camino que llevó al acuerdo entre Macri y Christine Lagarde y no toca esa fase de la historia más reciente. Pero también, como una antesala de lo que viene, en momentos en que el presidente Alberto Fernández y su ministro de Economía, Martín Guzmán, deben iniciar gestiones con el organismo multilateral para renegociar la deuda cercana a los U$S45.000 millones.


Los economistas del FMI Ramzy Al-Amine y Tim Willems publicaron este viernes el paper llamado Sentimiento de los inversores, mala valoración de la deuda soberana y resultados económicos. Buscaron probar que, en muchas ocasiones, las expectativas de los inversores no se condicen con los fundamentales de los países, es decir, con sus condiciones macroeconómicas. Ese optimismo se traduce en una baja en la tasa de interés, que los países aprovechan para endeudarse a un nivel que no se sustenta con las variables macro.
“Encontramos que los países que pueden pedir prestado a spreads (la diferencia de tasa, comparada con la de países desarrollados) que parecen bajos dados los fundamentos (por ejemplo, porque los inversores tienen una visión optimista del futuro de un país), es más probable desarrollen dificultades económicas más adelante”, indicaron Al-Amine y Willems.
El ejemplo argentino
“Tomemos a la Argentina, por ejemplo”, propusieron los autores. Cuando Macri asumió la Presidencia, generó “entusiasmo entre los inversores internacionales”, que lo vieron como un “reformista amigo del mercado”.
“Los inversores estaban ansiosos por prestar a la Argentina, lo que le permitió al país evitar el ajuste fiscal y, en cambio, satisfacer sus necesidades de financiamiento mediante la emisión de U$S56.000 millones (alrededor del 9% del PBI de 2017) en deuda externa, entre enero de 2016 y junio de 2018, en parte incluso colocando un bono a 100 años sin precedentes”, describieron los autores. Parte de esa deuda fue para pagar el acuerdo con los fondos buitre, a inicios de la gestión.

Las reformas que los inversores reclamaban no llegaron, la canilla de crédito para financiar el déficit se cerró y eso “llevó al mayor préstamo en la historia del FMI, en julio de 2018, seguido de un proceso de reestructuración que involucró U$S65.000 millones en deuda externa” y que todavía se encuentra abierto.
Las negociaciones que vienen
El paper nada dice de la deuda que el país y el Fondo discutirán en los próximos meses. Pero sirve como lectura de lo que cree una parte del organismo: que acudió al rescate del país y que el problema fue previo a su intervención.
Por eso, Guzmán y el representante argentino en el directorio del FMI, Sergio Chodos, anticipan una negociación larga y difícil. El FMI de Kristalina Georgieva acompañó hasta ahora cada paso que dio la Argentina en la reestructuración de la deuda privada. Pero ahora exigirá un sendero de reformas para renegociar el cuantioso préstamo que otorgó a la Argentina gobernada por Macri. “No es un banco de desarrollo”, resumió Chodos.

La negociación con el FMI, entienden en un sector del Gobierno, puede estar atravesada por las posiciones políticas dentro del Frente de Todos. El diputado Máximo Kirchner fue terminante este fin de semana: "El FMI no está en condiciones de imponerle nada a nadie, lo que tiene que hacer el FMI es hablar con el presidente y con las autoridades argentinas y hacer que la Argentina pueda salir adelante", dijo a radio AM 750.


Las negociaciones con el Fondo comenzarán en septiembre. Ese mes, el Gobierno presentará el proyecto de Presupuesto 2021, con estimaciones de gastos e ingresos. Guzmán anticipa que las gestiones serán largas. Si bien el primer vencimiento fuerte con el Fondo es dentro de un año, la Argentina debe tener cerrado el acuerdo en el primer trimestre para poder renegociar la deuda con el Club de París, a pedido de esos países.
En 2021, la Argentina debe cancelar U$S1840 millones de capital con el Fondo, que se sumarían a los U$S350 que el país gira en concepto de intereses cada tres meses. Entre 2022 y 2023, según lo estipulado, el Estado debe devolver U$S38.000 millones.

Fuente: Diario Panorama
Economía Texto FMI Criticó Endeudamiento Macri
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