Mientras el consumo interno sigue cayendo y los industriales no levantan cabeza, las distintas cámaras piden a Milei que baje los impuestos para poder competir con los productos importados que ya colman el mercado nacional.

Apremiados por competir con productos importados, empresarios de diversas industrias reclaman la baja de la elevada carga tributaria que enfrentan la Argentina y solicitaron al Gobierno que disminuya los impuestos para equipararse con sus competidores más importantes.
De acuerdo con un reporte de la Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas (CADAM), por cada $1000 que se gastan en un comercio, $490 son impuestos; en tanto, 11 cámaras del sector metalúrgico alertaron que, en promedio, enfrentan una carga fiscal del 32% sobre el precio en puerta de fábrica, sin IVA. Esto equivale a más de la mitad que en Brasil y México, sus rivales más próximos.

El sector metalúrgico enfrenta una carga fiscal del 32% sobre el precio en puerta de fábrica
El reclamo no es reciente, pero con la apertura de las importaciones la brecha en la disparidad de la competencia se hizo notar mucho más. Mientras el mercado interno estaba cerrado, los consumidores eran cautivos, pero cuando el comercio se abrió, la competencia dispareja por los impuestos internos, tiró abajo el consumo interno.
La reducción de impuestos fue una de las promesas de campaña del presidente Javier Milei y una de las consignas clave que le dio una victoria contundente en todo el país, aunque ahora sostiene que depende del desarrollo económico. Los empresarios consideran que ha llegado el momento de cumplirlo y los requerimientos se intensifican cada vez más.

La reducción de impuestos fue una de las promesas de campaña del presidente Javier Milei
En una entrevista concedida a Forbes, Milei confirmó que promoverá modificaciones en el sistema fiscal nacional para establecer únicamente seis impuestos, lo que conllevaría la supresión de cerca del 90% de los impuestos actuales, de acuerdo con el cálculo del Presidente.

Según el vademécum fiscal elaborado por el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), en la actualidad existen 46 impuestos que pertenecen a dicha categoría. Esto implica que para alcanzar el objetivo establecido por Milei, se deberían suprimir unos 41 impuestos que se cobran a escala nacional.

Por otro lado, hay una posible trampa que preocupa a la industria y comercio. Milei dice que eliminará ciertos impuestos y otros los pasará a las provincias. Este es el máximo miedo de los empresarios, porque saben que las provincias son crueles y no temen crear cualquier tipo de tasa con tal de seguir recaudando para perder las enormes cajas de gastos que arrastran.

La presión fiscal en el comercio
Según la investigación de CADAM, «el principal problema reside más allá del tipo de cambio, es la carga fiscal a la que se enfrentan los consumidores». Desde el inicio de la producción en la fábrica hasta la comercialización al consumidor final, los impuestos constituyen casi el 49% del costo de los productos que el estado se queda.
Los productos a partir de la fábrica reciben una primera carga tributaria, con el 21% de IVA; el 1,5% de ingresos brutos; el 1,2% de la tasa de seguridad e higiene, y el 1,2% de impuesto al cheque.
La etapa dos se presenta en la cadena de mayoristas, donde se añaden el 5,5% de los ingresos brutos; el 1,2% del impuesto al cheque y las tasas de seguridad e higiene que imponen los municipios.
Cuando el mismo producto llega a la cadena de venta al por menor, se le impone una serie de impuestos: el 1,2% de impuesto al cheque que se cobra nuevamente, incremento del 6% en las tasas municipales de seguridad e higiene, y nuevamente el 5,5% de ingresos brutos.
“Este peso impositivo no sólo encarece los productos, sino que también afecta la competitividad del país frente a sus vecinos, quienes tienen una carga fiscal significativamente menor”, advirtió el reporte.
En ese marco, la cámara de empresarios propuso que “la verdadera solución pasa por simplificar y reducir los impuestos en cada eslabón de la cadena de valor y garantizar que los recursos recaudados se utilicen de manera eficiente” y reclamó “transparencia y una reforma profunda”.
“Conocer exactamente cuánto de nuestro dinero va a impuestos es el primer paso para repensar un sistema que debe ser más justo y eficiente para todos”, declaró.

Las provincias son generadoras de cargas fiscales impresionantes

Pero no todo el problema es del Gobierno Nacional. También están las aduanas internas y las cargas impositivas de las distintas provincias, que recargan mucho mas los costos de los productos de la región del país.
El claro ejemplo es Misiones, una de los sistemas fiscales denominados «Frankestein» por el Instituto para el Desarrollo Social Argentino es un centro de estudios (IDESA).

Misiones mas recauda ATM
Según un informe de este instituto, la deuda que tiene Misiones con sus contribuyentes, equivale a un año entero de recaudación de Ingresos Brutos por percepciones anticipadas. Es la primera provincia en el ranking de las que más adeudan a sus contribuyentes con este régimen impositivo.
Es decir que, si el gobierno nacional eliminara impuestos, en las provincias no se sentiría demasiado el efecto, ya que las provincias son autónomas y por el momento no hay mucha voluntad de achicar las cargas fiscales.

La disminución de la competitividad debido a la carga tributaria impacta en la industria metalúrgica

La carga fiscal no solo incide en el costo de los productos que abona el consumidor final, sino que también se transforma en un desafío para las compañías argentinas que deben competir en condiciones desfavorables con sus homólogos de otras naciones, según informaron 11 cámaras del sector metalúrgico.
Los productos metalúrgicos soportan en promedio una carga fiscal del 32%

Según un informe compartido, en Argentina, los productos metalúrgicos soportan en promedio una carga fiscal del 32% sobre el precio en puerta de fábrica (sin IVA), superando en doble medida a Brasil y México.
Adicionalmente, sostuvo que “un tercio de estos impuestos son distorsivos, es decir, que se acumulan en la cadena de valor y que son prácticamente inexistentes en países comparables (débitos y créditos, Ingresos brutos, tasas municipales, sellos/otros)”. Algo parecido a lo que propuso el informe de CADAM acerca de la repetición de impuestos en diversos segmentos de la cadena.
“La Argentina se encuentra en las peores posiciones en los rankings mundiales de competitividad. Esto se explica principalmente por 5 factores: la inestabilidad macroeconómica, la carga impositiva, el costo laboral no salarial, la falta de financiamiento al sector privado y los costos logísticos”, advirtió.
Finalmente, un reporte de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC) mostró que los gastos asociados al transporte de cargas se incrementaron un 1,7% en diciembre, finalizando 2024 con un aumento acumulativo del 85%. Durante el año, Peajes encabezó los aumentos, registrando un aumento del 380%; seguido por Patentes, 238%; Personal, 190%, y Combustibles, 75%.

En este escenario, las cámaras metalúrgicas propugnan que “trabajar primero en estos factores es clave para una secuencia de integración inteligente al mundo”.
“Las principales economías del mundo están intensificando su estrategia de política industrial con incentivos, promoción y financiamiento, a la vez que incorporan medidas de defensa comercial (dumpings, salvaguardas). De estas medidas, un 40% están relacionadas con actividades metalúrgicas, principalmente contra el comercio desleal de China”, señalaron.

Frente a otros sectores que se ven perjudicados en la competitividad, entre otros aspectos, debido a la elevada carga tributaria, exigieron que “las políticas públicas resuelvan los factores que las empresas no podemos controlar”.



TN