
En la noche de este jueves, el Congreso Nacional se iluminó de turquesa en adhesión y apoyo a que se establezca el 8 de octubre como Día Mundial de la Dislexia.
La iniciativa se produjo con el objetivo de fomentar la concientización sobre este trastorno, que afecta al 10 por ciento de la población de todo el mundo.
Esta medida es propiciada por la Federación Española de Dislexia (Disfam), que bajo el lema “Unidos por la Dislexia” invita a los países a iluminar de turquesa a edificios emblemáticos.
También invita a solicitar a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que fije el 8 de octubre como Día Mundial de la Dislexia, según se informó en un comunicado.
En la Argentina, además del Congreso, se iluminan con ese color los monumento al Bicentenario (Tucumán), a San Martín y Plaza de las Banderas (Neuquén), y las Legislaturas de Chaco y de Buenos Aires.
La dislexia es un trastorno del aprendizaje que afecta a millones de personas y su detección y actuación precoz resulta imprescindible para evitar el fracaso escolar. Puede generar problemas de comprensión y asimilación de contenidos en los niños y niñas que la padecen.