
La tragedia golpea con fuerza a las comunidades del norte de Salta.
El río Pilcomayo desbordó su cauce y arrasó con todo a su paso. En cuestión de minutos, Misión La Estrella quedó sumergida, las viviendas fueron devoradas por la corriente y la escuela pública desapareció bajo un torrente implacable.
Cientos de familias lo perdieron todo en un instante. Muchas de ellas apenas tuvieron tiempo de huir con lo puesto, dejando atrás sus pertenencias y recuerdos.
La fuerza del agua derribó árboles, postes de luz y caminos, dejando a varias zonas completamente incomunicadas.
Las autoridades declararon la emergencia y desplegaron operativos de rescate para evacuar a los damnificados. Brigadas de bomberos, Gendarmería y voluntarios trabajan contrarreloj para asistir a las familias afectadas.
Mientras tanto, los refugios improvisados en comunidades vecinas se llenan de personas que buscan un techo y alimentos.
Organismos de ayuda humanitaria piden donaciones urgentes de agua potable, ropa, colchones y alimentos no perecederos. La situación sigue siendo crítica y el temor a nuevas lluvias mantiene en vilo a la población.