Una mujer radicó una grave denuncia por violencia machista y lo hizo a través de la lengua de señas. Ocurrió hoy en la comisaría 16, en la oficina de intervención primaria en situaciones de género.

La victima se acercó a primera hora de la mañana a la oficina de violencia en la zona Oeste de Neuquén capital, que depende del juzgado de Familia.
Allí hizo conocer su condición de persona con discapacidad y desde la dependencia, se asignó a la cabo Jessica Rosales, que fue nexo para explicar el infierno que le tocó vivir, ante el personal especializado de la dependencia.
Según se informó de desde la policía, la comunicación fue a través de la lengua de señas y al cabo de la entrevista, se radicó la denuncia como parte de la ley 1785, de proteccion contra toda forma de violencia, ejercida por algún integrante del grupo familiar.
El procedimiento judicial de protección se puso en marcha debido al nexo que se logró establecer entre la auxiliar de policía con conocimientos en señas y la denunciante, una persona con sordera.