El martirio de Santi continúa, pero su familia tiene el consuelo de que su agresor, Omar "Japo" Verón, tuvo una condena severa y de cumplimiento efectivo. Todo empezó hace más de cuatro años, cuando el nene tenía siete y vivía en Resistencia con sus padres. El papá de un vecino lo invitó a su casa, encendió una máquina cortadora de césped para sofocar sus gritos y lo violó, con la ayuda de un integrante de su familia que era menor de edad y participó obligado.
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Santi no reveló de inmediato lo que le había pasado porque su agresor lo había amenazado de muerte. Pero los dolores abdominales eran intolerables. Un médico que lo revisó hizo la denuncia judicial: tenía lesiones compatibles con una violación, absceso abdominal y fiebre. Quisieron operarlo, pero en el quirófano se encontraron con un cuadro de destrucción interna que motivó su derivación a Buenos Aires.

Este viernes, Omar Alberto “Japo” Verón fue condenado a 38 años de prisión efectiva por agresión sexual cometida en el 2014. La sentencia fue dictada por la Cámara Primera en lo Criminal de Resistencia, integrada por Hilda Alicia Cáceres de Pascullo, y Glenda Vidarte y María Virginia Ise. Verón fue condenado como autor del delito de abuso sexual gravemente ultrajante, en concurso ideal con corrupción de menores agravada por el vínculo ascendiente, en concurso real con abuso sexual con acceso carnal agravado por el grave daño a la salud física y psíquica del sujeto pasivo y con la participación de un menor de edad.
La querella y la fiscalía habían requerido 40 años de condena. El padre y la madre de Santi se manifestaron conformes y aseguraron que el nene "saldría adelante" a pesar del grave cuadro que presenta.
Durante la internación de Santi en el Hospital Garrahan la China Suárez y Abel Pintos se solidarizaron con una campaña de ayuda a su familia.