Todos hablan de "unidad" pero no logran tomarse la foto que la demuestre ante la ciudadanía, mucho menos que la consolide. De hecho, las reuniones de los principales referentes de Juntos por el Cambio continúan siendo por separado, como desunidos. Y en un año electoral.

Este jueves, por ejemplo, Elisa Carrió volvió a recibir a Horacio Rodríguez Larreta y a María Eugenia Vidal en su quinta de Exaltación de la Cruz, donde hablaron de todo: desde la situación política y económica que atraviesa al país hasta de "la importancia de mantener la unidad" del espacio que llevó a Mauricio Macri a la presidencia.
Pero, a varios kilómetros de distancia, en la también bonaerense Vicente López, el propio Macri y la presidenta del PRO, la exministra Patricia Bullrich, posaban para otra foto, junto a referentes del macrismo duro de Salta.
Desde el PRO indicaron que esa reunión había sido organizada "desde hace semanas" y eso, eventualmente, habría impedido la presencia de Macri y Bullrich en la quinta de Carrió. Pero simultáneamente trascendió que ni siquiera fueron invitados por la anfitriona.
Y no es la primera reunión en territorio exclusivo de la Coalición Cívica donde los líderes del PRO no son convidados. También pasó el 30 de octubre pasado, aunque tampoco había estado el jefe de Gobierno de la Ciudad.
Lo cierto es que las reuniones fueron prácticamente simultáneas y las fotos también podrían haber circulado casi al mismo tiempo, como compitiendo por el mismo espacio en medios y redes sociales. Pero no pasó: desde Exaltación de la Cruz, los llamados moderados habrían preferido mantener la imagen fuera de circulación.