No llueve y no hay indicios de que vaya a caer agua próximamente, es por eso que la situación es cada vez más compleja para los productores rurales de distintos puntos del país. La sequía promete ser una de las más devastadoras de los últimos tiempos y las consecuencias ya son una dolorosa realidad.
Animales muertos, arroyos que ya no existen, ríos que alcanzan niveles mínimos y cuya agua ya no sirve para ser bebida provocan la muerte de las plantaciones primero y de los animales después. Las imágenes conmueven. Recientemente el periodista Gastón Bais recorrió las desoladoras zonas de Fortín Olmos y la Cuña Boscosa en Santa Fe, donde la falta de agua arrasa con todo.

En su informe para Radio Amenecer, Bais describió que ya son cerca de 3.000 los animales muertos en la región, lo que representó para una mayoría de pequeños y medianos productores afectados, una pérdida de más del 30 por ciento de sus animales.
"Las imágenes parecen salidas de una película de terror, están llenas de esqueletos de animales y los pocos que quedan están con bajo peso, sobreviviendo", destacó Bais. Para combatir la crisis, los productores organizaron una movida solidaria con la que hasta el momento lograron comprar 190 bolsas de alimentos para los terneros que ya comenzaron a distribuirse en Fortín Olmos y alrededores.
La compra se realizó a precios diferencial gracias al apoyo de una empresa de Reconquista dedicada a la nutrición animal.
La crisis es tan profunda que incluso que en esos lugares donde se encuentra algo de agua, ésta ha perdido propiedades para ser consumida, como el caso del arroyo Golondrina. Allí, el bajo nivel de agua fue invadido por la gran cantidad de sal presente en el terreno por lo que ya no sirve para ser bebida.