El ministro de Salud de la Provincia de Salta, Federico Mangione, reconoció que el sistema sanitario atraviesa una situación crítica. En diálogo con Radio Salta, el funcionario aseguró que los hospitales se encuentran "abarrotados" y que el sistema está "colapsado", producto del aumento de la demanda de atención, especialmente por parte de afiliados de PAMI y de personas con obra social que no pueden afrontar los costos del sector privado.
"Estamos colapsados. Los hospitales están abarrotados. Me reuní de urgencia con todos los gerentes para redistribuir pacientes, porque recorrí la guardia del San Bernardo y había personas en los pasillos. Es una situación muy compleja", dijo Mangione al ser consultado sobre las quejas de los afiliados de PAMI que no logran acceder a clínicas privadas.
El ministro explicó que la crisis del sistema público no se debe únicamente a la situación de PAMI, sino también al impacto económico que lleva a que personas con cobertura privada recurran al sistema estatal.
"Mucha gente con obra social está viniendo al hospital porque no tiene plata. Las clínicas les piden un depósito previo para internarse, y si no pueden pagarlo, terminan en los hospitales públicos. Por eso tenemos demoras de cuatro o cinco horas en las guardias", detalló.
Hospitales saturados
Mangione admitió que el nivel de saturación en hospitales como el San Bernardo supera ampliamente su capacidad. "Estamos superados en un 65%, porque aumentó la cantidad de pacientes con obra social que buscan atención pública. Esto no pasa solo en Salta capital, también en Orán, Tartagal y otros departamentos", precisó el funcionario.
Según informa El Tribuno de Salta, el ministro sostuvo que se están tomando medidas para reforzar las emergencias y redistribuir profesionales entre hospitales y centros de salud, pero reconoció que la situación se agrava por las obras en ejecución.
"Estamos haciendo obras muy necesarias después de 30 años, pero eso también achica la cantidad de camas disponibles y reduce el espacio físico en hospitales como el San Bernardo o el Milagro", explicó.
Un sistema con demoras
Mangione aclaró que las mayores demoras se registran en los casos de menor gravedad: "Las esperas de cuatro o cinco horas son para los códigos verdes: dolores de oído, de garganta o muela. Las urgencias se atienden de inmediato. Pero el problema es que el sistema está saturado por la cantidad de consultas que antes resolvía el sector privado".
El ministro indicó que este año los centros de salud **atendieron a más de 365 mil personas**, lo que equivale a la mitad de la población de Salta Capital. "Es un número impresionante que muestra la presión que tenemos sobre el sistema", subrayó.
PAMI, IPS y deudas
Mangione apuntó directamente a las obras sociales nacionales y provinciales por el impacto financiero sobre la salud pública.
"Solo en el hospital San Bernardo la deuda de una obra social llega a 1.200 millones de pesos. El Materno Infantil debe otros 1.100 millones. En toda la provincia la deuda ronda los 10.000 millones. Y mientras tanto, nosotros seguimos atendiendo a todos", denunció.
En cuanto al IPS, reconoció que "se está mejorando la situación" y que el diálogo con la obra social provincial "es constante y más ordenado". Sin embargo
advirtió sobre el riesgo de un modelo nacional que imponga topes de prestación, lo que afectaría a las provincias: "Nosotros no vamos a permitir que se limite la atención. La salud es un derecho innegociable de cualquier ser humano", afirmó en tono firme, anticipando lo que podría ser una bajada que se haga desde Nación.
Acuerdo con anestesistas
El ministro también se refirió al conflicto con la Asociación de Anestesistas, que había generado demoras en cirugías programadas.
"Hemos llegado a un buen acuerdo. Aceptaron seis nuevos residentes y estamos evaluando sumar otros, incluso en Córdoba, pero cuidando que después vuelvan a Salta. Por ahora, no hay aumentos hasta fin de año y los quirófanos están funcionando mañana y tarde", confirmó.
Pese a ese avance, advirtió que aún hay limitaciones para internar pacientes: "Hoy tengo cirujanos y prótesis, pero no tengo camas. Hay pacientes crónicos que llevan 30 o 40 días internados, ocupando camas que deberían rotar cada dos días. No los puedo dejar tirados, así que estamos derivando a otros hospitales", relató.
Obras
El funcionario destacó las inversiones en infraestructura que se están realizando en varios hospitales provinciales, entre ellos el San Bernardo, que contará con una nueva terapia intensiva, quirófanos y salas de internación; y el Hospital del Milagro, donde se construye una guardia "de última generación".
"Nunca se había hecho una inversión edilicia de esta magnitud en 30 años. El Milagro estaba al borde del colapso estructural, pero lo estamos recuperando", dijo.
Ante la falta de fondos nacionales, Mangione planteó la necesidad de avanzar en modelos de gestión público-privada con inversión compartida: "Necesito comprar cinco tomógrafos nuevos, pero no tengo el dinero. Por eso estamos buscando capitales que inviertan, les damos el espacio físico, y compartimos ganancias y pérdidas. Así ganamos todos, y garantizamos un cupo gratuito para los pacientes carenciados", explicó.
"Mangione reconoció que el sistema "está al límite", pero destacó el compromiso del personal sanitario y la importancia de sostener la atención gratuita: "Estoy usando los recursos de los más carentes para cubrir las necesidades de todos, porque la salud pública no puede dejar a nadie afuera. Mientras el sector privado puede decir 'no te atiendo', nosotros no podemos hacerlo", sostuvo.
Gabinete
Finalmente, el ministro confirmó que puso su renuncia a disposición del gobernador Gustavo Sáenz, como gesto institucional. Todos los ministro del gabinete la pusieron a disposición.
"Es lo que corresponde. Hay que dejar al gobernador en libertad para tomar decisiones. Mi tarea es construir y dejar bases firmes para que quien venga después pueda seguir trabajando con comodidad", concluyó.