La Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA) rechazó “enérgicamente” la decisión tomada por el Juzgado Nacional en lo Civil N°8, por la cual se prohíbe “la difusión por cualquier medio de prensa y comunicación (televisión, gráfico, radial, medios digitales y/o publicación en páginas WEB), de toda información que involucre” al periodista Jorge Lanata y a su esposa, Elba Marcovecchio.
En un comunicado, ADEPA consideró que la decisión judicial “se trata de una medida que debería ser dejada sin efecto con mayor premura que la que precedió a su dictado, por ser incompatible en letra y espíritu con las normas constitucionales e internacionales que prohíben la censura previa. El artículo 14 de la Constitución Nacional y el artículo 13 del Pacto de San José de Costa Rica son tan claros y rotundos en esta materia que no se explica la ligereza judicial que los ha violentado”.
La entidad, que nuclea a 180 empresas periodísticas de todo el país, editoras de diarios, periódicos, revistas y sitios web, recordó que “la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha establecido que cualquier medida preventiva que impida el ejercicio de la libertad de expresión, incluyendo las decisiones judiciales, constituye censura previa. Así, por ejemplo, el caso de la película La Última Tentación de Cristo contra Chile”.
Para ADEPA, la jueza Lucila Córdoba que expidió el “bozal legal” solicitado por la esposa del periodista Jorge Lanata, “en tanto funcionario estatal, tiene vedado decidir qué es lo que puede ver o escuchar la ciudadanía. Los periodistas son responsables por lo que publican, pero esa responsabilidad solo se puede hacer efectiva con posterioridad a la publicación”.
“La censura judicial, en tanto puede ser fácilmente utilizada para proteger a los poderosos y silenciar a las voces independientes, representa un peligro para la convivencia democrática y el debate público”, advirtió la entidad al rechazar la decisión judicial.
Denuncia contra Marcovecchio
El fallo del bozal legal se da en el contexto de una denuncia contra Marcovecchio. Se trata de la acusación de Bárbara y Lola Lanata, las hijas del periodista que la acusaron de presuntamente sustraer una gran cantidad de bienes valiosos de Lanata mientras este se encuentra internado en terapia intensiva. En la demanda presentada, que tramita ante el Juzgado Nacional en lo Civil de Familia N°8, las hijas del periodista detallan que Marcovecchio habría aprovechado el delicado estado de salud de Lanata para retirar objetos de gran valor del domicilio de su padre, sin el conocimiento ni el consentimiento del conductor.
El conflicto familiar se produce en un contexto de gran preocupación por la salud de Lanata, quien ha pasado varios meses en terapia intensiva. Las hijas del periodista expresaron en su presentación judicial “su temor de que la situación actual, sumada a los presuntos actos de Marcovecchio, pueda generar un daño irreversible al patrimonio y bienestar de su padre”.
Según la denuncia, Marcovecchio realizó múltiples visitas al departamento de Lanata en la calle Esmeralda, el mismo edificio en que ella también reside, donde habría sustraído tanto “dinero en efectivo” como “objetos de gran valor económico y emocional”. Las hijas de Lanata acusan a la mujer de su padre de actuar “aprovechando la vulnerabilidad” del periodista, quien, debido a su estado de salud, no podía intervenir ni estar al tanto de dichas acciones.
Entre los detallados en la demanda como sustraídos se encuentran: relojes de alta gama, obras de arte y sus respectivos certificados de autenticidad, joyas y otros documentos importantes. Las hijas del conductor describen el la denuncia que “Marcovecchio se presentó en varias ocasiones en el domicilio del periodista acompañada de personas ajenas al entorno familiar, y que durante esas visitas retiró estos bienes sin autorización”.
Uno de los hechos más graves mencionados en el escrito presentado ante la Justicia, según detallan las descendientes del periodista se produjo mientras Lanata estaba intubado y sedado. En esa ocasión según la demanda, “Marcovecchio habría pedido insistentemente al asistente personal del periodista, las llaves del cajón donde Lanata guardaba dinero y otros objetos de valor”. Ante el asistente, quien explicó que el periodista era el único autorizado para acceder a ese cajón, “Marcovecchio habría argumentado falsamente que el propio Lanata le había pedido las llaves”, lo que sus hijas describen como “imposible debido a su delicado estado de salud”.