Impulsada por la Municipalidad de Río Gallegos, se desarrolló ayer una capacitación para farmacéuticos sobre elaboración y utilización del Ibuprofenato, que se aplica a pacientes con Covid en modo compasivo. Se trata de una formula de sencilla elaboración, que puede hacerse en las farmacias que tengan laboratorios habilitados, y accesible para personas que cuenten con receta médica emitida, por el momento, únicamente en el sistema de salud privado.
Al respecto, se destaca que los farmacéuticos, en su formación profesional, cuentan ya con los saberes para elaborar recetas magistrales, y el Ibuprofenato es una de ellas, por lo cual la capacitación de ayer fue suficiente para que los profesionales estén en condiciones de comenzar a producirlo, siempre que cuenten con un laboratorio habilitado.
En total fueron 49 los farmacéuticos que participaron del encuentro, que estuvo a cargo del reconocido profesional Guillermo García y que fueron convocados a través del Colegio de Farmacéuticos de la provincia de Santa Cruz que preside Ramiro Quirce.
El doctor Jorge Rodríguez, titular de la Dirección General de Promoción y Prevención de la Salud de la Secretaría de Salud de la Municipalidad de Río Gallegos, explicó que el Ibuprofenato puede ser utilizado por pacientes con Covid en una sala médica o en su casa, ya que no es peligroso y que es una fórmula que existe hace muchos años.
Respecto a la ciudad de Río Gallegos, comentó que hay farmacias con laboratorios habilitados y otras farmacias que tienen laboratorio pero que aún falta habilitar, por lo cual esta capacitación resultó un gran aporte.
Además de la cuestión logística y de estructura, el funcionario resaltó que todos los farmacéuticos están en condiciones de elaborarlos, ya que se trata de un preparado magistral y no una forma industrializada. Los preparados magistrales son usados por los médicos desde hace muchos años.
El médico señaló que es muy simple el proceso para hacer ibuprofeno en una forma que es para nebulizar, por eso afirmó que el impedimento prácticamente no existiría. Si los responsables de las farmacias tienen el laboratorio y toman la decisión de elaborarlo, el profesional médico puede recetarlo y el paciente lo adquiere sin mayores inconvenientes.