Un pasajero abrió una puerta de emergencia de un avión de Asiana Airlines cuando se disponía a aterrizar este viernes, indicó la compañía a la AFP, añadiendo que el vuelo aterrizó sin problemas pero que varias personas fueron hospitalizadas.
Casi 200 pasajeros viajaban en el Airbus A321-200 con destino del Aeropuerto Internacional de Daegu, a unos 240 kilómetros al sureste de Seúl, en un vuelo doméstico.
COREA DEL SUR ? Pánico en pleno vuelo. Pasajero abre la puerta de emergencia de un avión de Asiana Airlines cuando se disponía a aterrizar. Al menos 9 personas fueron hospitalizadas por dificultad para respirar. El responsable fue detenido para investigación @TReporta pic.twitter.com/ZjQjJvzXQM
— Gustavo J. Jiménez A. (@tavoj2828) May 26, 2023
Cuando el avión estaba a unos 200 metros sobre el suelo, un pasajero que estaba sentado cerca de la salida de emergencia “abrió la puerta manualmente tocando la palanca”, afirmó un representante de la compañía surcoreana.
Algunos pasajeros tuvieron problemas para respirar tras la inesperada apertura de la puerta, y algunos de ellos fueron trasladados al hospital después del aterrizaje, pero no hay lesiones graves, informó Asiana Airlines.
La agencia de noticias de Corea del Sur, Yonhap, indicó que 12 personas fueron hospitalizadas.
La persona fue detenida por la policía aeroportuaria bajo sospecha de violar la ley de seguridad aérea, según un comunicado del Ministerio de Transporte. La identidad y el motivo de la persona no se dieron a conocer de inmediato.
La ley prohíbe a los pasajeros manipular las puertas de salida y otros equipos a bordo y prevé penas de hasta 10 años de cárcel, según la cartera.
Yonhap publicó un corto video del incidente en el que se ve cómo el viento atravesó la puerta abierta en pleno vuelo, agitando salvajemente el pelo de los pasajeros, mientras algunos gritaban.
Otro video compartido en redes sociales mostraba a los pasajeros sentados en la fila de emergencia junto a una puerta abierta, siendo azotados por fuertes vientos.
Los dos pasajeros, que llevaban puestos sus cinturones de seguridad, hacían muecas de dolor y se agarraban a los reposabrazos, intentando apartarse de la puerta.
