Una avioneta turística se estrelló en un bosque ubicado en el este de Francia. El accidente ocurrió en el marco de un despegue inaugural de un monoplano que pertenecía a un club de vuelo, con capacidad para cinco pasajeros: todos murieron en el acto.
La noticia se dio a conocer este sábado, alrededor de las tres de la tarde (horario de Francia), y causó repercusión en todo el mundo. Según informaron los medios locales, se trataba de una avioneta de pasajeros, un Jodel D140 “Mousquetaire”, que cayó en el bosque de Belledonne en la localidad de Les Adrets, en el departamento de Isère.


El drama se produjo poco después de las 16.30 horas del día viernes, 20 de mayo, después de que la aeronave hubiera despegado con una familia a bordo haciendo un primer vuelo. Todos los pasajeros murieron calcinados y, hasta el momento, se estima que son cinco las víctimas fatales. El mismo pertenecía a un club de vuelo, que había organizado un despegue inaugural que se llevó adelante el viernes en el aeródromo de Versoud, cerca de la ciudad Grenoble, según informaron los bomberos a la agencia AFP.
Los testigos que vieron cómo la aeronave se perdía detrás de los árboles alertaron a los bomberos al notar que el cielo se cubría de una espesa humareda. Una brigada de la gendarmería de transporte aéreo (BGTA) se desplegó en la región para iniciar la operación de rescate. Los rescatistas lograron sofocar las llamas, pero se encontraron con un panorama desolador: el esqueleto de la aeronave y las cinco personas muertas.
Los restos de la avioneta turística, cuyo recorrido se suponía que iba a durar media hora, fueron encontrados “completamente carbonizados” y aún no han sido identificados. Lo que sí se supo es que cuatro adultos y un niño perdieron la vida.