Una mujer de unos 40 años, vecina de Girona, España, llamó al teléfono de emergencias de ese país 112 para informar que había ahogado a su hija en la bañera. La niña tenía unos diez años.
La madre fue detenida y conducida a dependencias policiales.
Muchos de los testigos que vieron a la mujer salir de la casa donde ocurrió el crimen, acompañada de los agentes, destacaron la frialdad de su rostro. Según algunos vecinos, hacía cinco meses que se había separado.