
Una funcionaria penitenciaria británica se enfrenta a una condena de cárcel por haber mantenido relaciones sexuales con un reo y dado a luz a su hijo, recogen medios locales.
Kerianne Stephens, de 26 años, trabajaba en HMP Swaleside (isla de Sheppey, Inglaterra), cuando empezó su romance con Louis Tate, condenado a cadena perpetua por asesinato. La pareja mantuvo una relación entre el 1 de septiembre de 2018 y el 8 de enero de 2019 y el preso incluso poseía un teléfono que usaban para comunicarse. Hace 16 meses, Stephens dio a luz a un bebé, cuyo padre —asegura— es Tate. Cuando el romance dejó de ser secreto, el hombre fue trasladado a otra prisión.
Este lunes, la pareja compareció ante un tribunal. "Lamentablemente usted debe prepararse para enfrentarse a una condena de prisión inmediata", declaró el juez Philip Statman, dirigiéndose a Stephens.
La mujer, que se declaró culpable de mala conducta profesional en la prisión y de transmisión ilegal de mensajes, fue puesta en libertad bajo fianza. La próxima vista se celebrará el próximo 12 de noviembre y se prevé que entonces sea anunciada la sentencia de Stephens y Tate.
El padre
Tate, el padre, tiene 36 años y está pagando una sentencia de cadena perpetua desde 2010 por haber asesinado a Garry Frater, padre de tres hijos, en 2009.
Los hehos ocurrieron frente a la casa de la victima en mayo de ese año. Tate condujo su Ford Fiesta sobre el cuerpo de Frater, derribándolo, retrocediendo y acelerando, hasta dejarlo muerto y arrastrado debajo de las ruedas de su auto.
En su momento afirmó que no se había dado cuenta de lo sucedido pues otra persona había estrellado un hacha contra el parabrisas de su auto, pero la corte determinó dolo en su acción y lo sentenció a una vida en la cárcel.
Reportes de prensa afirman que esa noche Tate había salido buscando ligar con chicas la noche de los hechos y se topó con Frater, con quien tuvo una confrontación. Luego lo siguió hasta su casa y lo arrolló con el auto.
El 12 de noviembre también escuchará la sentencia por la relación ilícita con la oficial y por tener en su posesión un teléfono ilegal, mientras cumple su condena vigente en la Mount Prison en Hemel Hempstead, Hertfordshire.