El 11 de marzo Zachary Sabin, de 11 años, fue encontrado muerto en su cama, en El Paso, Estados Unidos. De ahí se inició una extensa investigación data determinar las razones del descenso del menor.
Y la conclusión a la llegó la policía es que fueron sus padres los que lo asesinaron. Según las indagaciones, la pareja obligó al menor a beber cuatro botellas de agua de casi un litro de agua por cuatro horas, sin ingerir otro alimento.
La autopsia de Zachary arrojó también moretones en la cabeza, brazos, espalda y nalgas, junto con sangre en la ceja y frente izquierdas.
La Policía del El Paso despachó órdenes de arresto contra sus padres Ryan Sabin, de 41 años, y su pareja Tara, de 42, quienes antes del arresto se entregaron a las autoridades.
La pareja enfrentan cargos de homicidio en primer grado, abuso infantil y otros seis cargos menores de abuso a menores.