Como fue característico de todo su Gobierno, Trump llenó de ruido, polémica y amenazas de fraude los días posteriores a las elecciones con sus infundadas denuncias, que irónicamente terminaron alimentando aún más la épica de la victoria demócrata.
Pero una de sus afirmaciones de esta semana es cierta: hizo una "tremenda elección". Sin embargo no le alcanzó para haber sido reelecto.
Desde principio del siglo XX, Estados Unidos no había visto una participación electoral tan grande, pero, a diferencia de lo que pronosticaban las encuestas, esta movilización masiva fue no solo para sacar a Trump de la Casa Blanca, sino también para apoyar al Presidente y sus acciones de Gobierno.
En los últimos minutos Trump usó su cuenta de Twitter para decir que él había ganado, por un montón.