
Mientras el mundo sigue en compás de espera ante la posible decisión de Donald Trump de entrar en forma directa en la guerra en Medio Oriente, el presidente norteamericano dejó abierta la puerta a que Estados Unidos se sume a los ataques israelíes contra Irán, reveló nuevos contactos del régimen de los ayatollahs para negociar por el plan nuclear y pareció ponerle un plazo a Teherán con un rótulo contundente. “Ellos saben lo que está pasando. Tal vez podría llamarlo el ultimátum final”, advirtió este miércoles.
Horas después de que el líder supremo, Ali Khamenei, amenazara a Estados Unidos con “daños irreparables” si finalmente atacara a Irán, el mandatario norteamericano le puso más suspenso a una hipotética ofensiva contra las instalaciones subterráneas del programa nuclear. “Puede que lo haga, puede que no. Es decir, nadie sabe qué voy a hacer”, declaró Trump a los periodistas en la Casa Blanca, y reiteró su deseo de que el régimen teocrático se “rinda incondicionalmente”.
“No deben tener armas nucleares, deben entregarlas”, insistió Trump, mientras Israel e Irán volvieron a intercambiar ataques en el sexto día de confrontación bélica abierta. “Nada está terminado hasta que está terminado”, dijo el presidente. “La próxima semana va a ser muy grande, quizá menos de una semana. ¡Buena suerte!”, añadió, ahondando el misterio sobre su decisión.
Luego, en la Casa Blanca, Trump mantuvo una nueva reunión en la Sala de Crisis con su equipo de asesores. “Es terrible. Detesto ver tanta muerte y destrucción. Tengo ideas sobre qué hacer, pero aún no he tomado una decisión definitiva”, dijo antes de la reunión.
“No quiero pelear, no estoy buscándolo, pero si es una elección entre pelear y que ellos tengan un arma nuclear, entonces tienes que hacer lo que tengas que hacer”, dijo Trump. “No hay manera de permitir que Irán tenga un arma nuclear”.
Según fuentes citadas por The Wall Street Journal, Trump habría aprobado el martes por la noche los planes de ataque contra Irán, aunque decidió postergarlos para evaluar si Teherán abandona su programa nuclear. Entre los posibles objetivos estadounidenses está la planta de enriquecimiento Fordo, altamente protegida y enterrada bajo una montaña, considerada por expertos militares como inaccesible para todo tipo de bombas salvo las más poderosas.
En este sentido, un alto funcionario iraní del Ministerio de Relaciones Exteriores, que pidió no ser identificado, afirmó a The New York Times que Irán aceptaría la oferta del presidente Trump de reunirse pronto.
El líder republicano, que enfrenta profundas divisiones en su círculo íntimo a raíz de la crisis, contó también que Irán se contactó con Estados Unidos para negociar, aunque remarcó que ya era “muy tarde” para conversar. “Hay una gran diferencia entre ahora y hace una semana, ¿no?”, indicó, y advirtió que Teherán ahora “no tiene defensas” luego de los reveses que le asestaron los ataques israelíes.
“Incluso sugirieron venir a la Casa Blanca”, dijo Trump, que calificó de “valiente” la propuesta y mencionó a Moscú como un posible mediador en el conflicto, después de haber mantenido este martes una conversación telefónica con el presidente ruso, Vladimir Putin, quien afirmó un día más tarde que Irán, su principal aliado en Medio Oriente, no ha solicitado ayuda militar a Rusia.