Las fuerzas rusas enfrentaban el jueves a combatientes pro ucranianos en la región fronteriza de Kursk, mientras que una nueva ola de ataques aéreos dejó dos muertos y nueve heridos en la región vecina de Belgorod, en un nuevo esfuerzo de Kiev para inquietar al Kremlin en vísperas de la reelección de Vladimir Putin, ampliamente esperada este fin de semana.
Las tres milicias formadas por combatientes rusos que luchan con el Ejército ucraniano contra las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa aseguraron que estaban atacando a las tropas rusas en las regiones fronterizas de Bélgorod y Kursk, al oeste del país, y llamaron a las autoridades a evacuar a los civiles.

“La liberación de estas regiones rusas del régimen terrorista del Kremlin continúa en estos momentos. Ahora se están lanzando ataques masivos contra las tropas de (el presidente ruso, Vladímir) Putin en las regiones de Bélgorod y Kursk”, señalaron en una nota conjunta publicada en Telegram.
En un comunicado, la Guardia Nacional rusa reconoció la incursión y afirmó que, junto con las fuerzas armadas, estaban repeliendo el ataque de los grupos armados respaldados por Ucrania cerca de la localidad de Tyotkino, en la región rusa de Kursk.
Más tarde, el Ministerio de Defensa ruso afirmó haber frustrado los ataques y publicó un vídeo en el que aparecían destruidos tanques y vehículos blindados de combate pertenecientes a los combatientes proucranianos. El Ministerio de Defensa de Rusia dijo haber abatido 195 militares ucranianos y destruidos cinco tanques.

Utilizando varios tanques y vehículos blindados, los tres grupos lanzaron a principios de esta semana un primer ataque contra Tyotkino, un pequeño pueblo situado en la frontera rusa, pero pronto parecieron replegarse hacia Ucrania.
Los miembros de los batallones Siberia, Legión Libertad de Rusia y RDK -los tres grupos que reivindicaron la incursión- colaboran estrechamente con el ejército ucraniano.
Los batallones Legión de Rusia y RDK cuentan con miembros que van desde nacionalistas de extrema derecha hasta anarquistas; mientras que el batallón Siberia está formado predominantemente por personas de minorías étnicas de Siberia, como buriatos, yakutos y tuvanos.
En el comunicado del jueves, las milicias anti-Putin afirmaron que el asalto transfronterizo para “liberar” las regiones de Kursk y Belgorod continuaría “hasta alcanzar todos los objetivos”.
Más ataques aéreos de Ucrania
Las incursiones fronterizas estuvieron acompañadas de continuos ataques ucranianos con drones y misiles contra la ciudad de Belgorod.
El jueves, Ucrania disparó al menos ocho misiles contra la región fronteriza rusa de Belgorod, matando a una persona e hiriendo a seis, según informaron las autoridades locales.
El gobernador regional de Belgorod, Viacheslav Gladkov, publicó en redes sociales que una mujer murió y tres personas resultaron heridas en el último ataque aéreo ucraniano, sin precisar el tipo de arma utilizada.
Horas antes había reportado que un ataque con drones en la región de Belgorod dejó un muerto y seis heridos. Dos casas y un establecimiento médico en la ciudad de Belgorod fueron dañados por los drones, agregó el gobernador, quien ordenó el cierre de centros comerciales e instó a la población a retrasar sus viajes tras la oleada de ataques aéreos ucranianos.
En tanto, el Ministerio de Defensa indicó que “a lo largo de la última noche, fueron bloqueados los intentos del régimen de Kiev de realizar ataques terroristas con drones aéreos contra sitios en el territorio ruso”.
En total, “14 drones fueron interceptados y destruidos sobre la región de Belgorod (11) y la de Kursk (3)”, precisó.
Inquietar al Kremlin
La última oleada de ataques ucranianos se produce días antes de las elecciones presidenciales rusas del 15 al 17 de marzo, en las que Putin tiene prácticamente garantizada la victoria.
Putin ha tratado de convencer a los rusos para que lo mantengan en el poder en un contexto de lo que califica como amenazas extranjeras a Moscú, mientras la guerra en Ucrania entra en su tercer año.
En un video publicado el jueves, Putin pidió a los electores que acudan a las urnas e indicó que la participación es una “manifestación del sentimiento patriótico”.
Los analistas afirman que el Kremlin está preocupado por una posible baja participación en los tres días de votaciones y necesita que la población participe para dar legitimidad a Putin, quien casi con toda seguridad logrará la reelección para un mandato de seis años.