China lanzó maniobras militares alrededor de Taiwán, con aviones y barcos para rodear la isla de gobierno autónomo, según anunció el Ministerio de Defensa de Pekín. Los ejercicios, denominados Espada Conjunta 2024B, “ponen a prueba las capacidades operativas conjuntas de las tropas del escenario de comando”, indicó comunicado.
En respuesta a esta maniobra, Taiwán afirmó ayer que envió “fuerzas apropiadas”. El Ministerio de Defensa taiwanés condenó “el comportamiento irracional y provocador” chino y afirmó que “envió fuerzas apropiadas para responder en consecuencia, para proteger la libertad y la democracia y defender la soberanía” de Taiwán.
Por su parte, el presidente de Taiwán, Lai Ching-te, prometió el lunes a primera hora proteger la isla de gobierno democrático, en momentos en que China realiza maniobras militares de gran escala alrededor de su territorio. ”Ante las amenazas externas, me gustaría asegurar a mis compatriotas que el gobierno continuará protegiendo el sistema constitucional democrático y libre, resguardando la seguridad nacional”, declaró en un mensaje en Facebook.
Previamente, Taiwán afirmó el domingo estar “en estado de alerta” después de haber detectado un portaviones chino al sur de la isla, en un contexto de aumento de tensiones entre Taipéi y Pekín. “El portaviones chino ‘Liaoning’ penetró en aguas cercanas al canal de Bashi y se dirige probablemente hacia el Pacífico occidental”, explicó el ministerio de Defensa de la isla autónoma. El ejército “permanece en estado de alerta, listo para actuar si fuese necesario”, agregó.
Por su parte, el ejército chino difundió un video en el que decía estar “preparado para luchar”, junto a un pequeño mapa de Taiwán.
China intensificó su presión militar y política sobre Taiwán en los últimos años y nunca renunció a emplear la fuerza militar para recuperar el control de la isla. Pekín organizó tres series de maniobras de gran envergadura estos dos últimos años, con intervención de su fuerza aérea y de su Marina para rodear la isla.
Las relaciones entre Pekín y Taipéi son pésimas desde 2016, cuando llegó a la presidencia taiwanesa Tsai Ing-wen, a la que este año sucedió Lai Ching-te. Lai, que asumió el cargo en mayo, se comprometió el jueves a “resistir a la anexión” china de la isla, a la que Pekín considera parte integrante de su territorio.
También declaró que la República Popular China no tenía derecho a representar a Taiwán, pero que la isla estaba dispuesta a colaborar con Pekín para combatir problemas como el cambio climático, con un tono firme y conciliador a la vez, pero que provocó la ira de China.
El gobierno chino, que califica a Lai de “separatista”, reaccionó advirtiendo que las “provocaciones” del presidente taiwanés causarían un “desastre” para su pueblo. El discurso de Lai “expuso su posición intransigente respecto a la independencia de Taiwán y su malvada intención de intensificar las tensiones en el estrecho de Taiwán por interés político”, dijo la portavoz de la diplomacia china, Mao Ning, a la prensa.
El Ministerio de Comercio de China amenazó el sábado a Taiwán con más sanciones comerciales, en lo que el gobierno considera coerción económica china.
“Statu quo”
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, también advirtió a China sobre cualquier “provocación” respecto a Taiwán. ”El mundo entero tiene interés en mantener la paz y la estabilidad, en preservar el statu quo, en evitar cualquier conflicto susceptible de perturbar elementos fundamentales para la economía mundial”, señaló.
Washington reconoce a Pekín como poder legítimo desde 1979, en detrimento de Taipéi, pero sigue siendo el aliado más poderoso de Taiwán y su principal proveedor de armas. Un alto funcionario estadounidense estimó el miércoles que China podría utilizar las celebraciones del jueves con motivo de la fiesta nacional de Taiwán para justificar sus maniobras militares.
De miércoles a jueves, se detectaron 27 aviones militares chinos y nueve buques de la Marina alrededor de la isla, reportó el ministerio taiwanés de Defensa. Las celebraciones del jueves marcaron el 113 aniversario de la caída de la dinastía china de Qing y la posterior fundación de la República de China. Luego de la guerra civil entre las fuerzas nacionalistas de Chiang Kai-shek y los comunistas de Mao Zedong, los nacionalistas huyeron a Taiwán en 1949. Taiwán mantiene el nombre oficial de República de China y aunque tiene su propio gobierno, un ejército y una moneda propia, nunca ha declarado su independencia de China continental.