La expectativa crece en la Ciudad del Vaticano, donde mañana comenzará el cónclave que definirá al nuevo Papa.
Desde distintos rincones del mundo, fieles católicos se suman en oración, pidiendo que el Espíritu Santo ilumine a los 133 cardenales electores —todos menores de 80 años— en la importante decisión que afrontarán a puertas cerradas en la Capilla Sixtina.

La diversidad de procedencias de los purpurados —representantes de 71 países— refleja el carácter global de la Iglesia Católica en el siglo XXI. Aunque no hay favoritos oficiales, algunos nombres ya resuenan con fuerza en los pasillos del Vaticano, mientras se mantiene la tradicional reserva y hermetismo propio de este proceso.
La Secretaría de Estado del Vaticano informó que, tal como se había anunciado, se procedió a sellar las entradas al edificio, marcando el inicio del aislamiento previo al Cónclave.
La Comisión encargada de esta tarea, presidida por el Sustituto para Asuntos Generales e integrada por el Comandante de la Guardia Suiza Pontificia y el Subcomandante de la Gendarmería Vaticana, fue la responsable de colocar el sello "Cónclave" y "2025".
Con este acto, comienza oficialmente el periodo de deliberación que llevará a los cardenales a elegir al próximo Papa.
La Secretaría de Estado señaló en su cuenta oficial de X: "En el umbral del Cónclave, una Comisión presidida por el Sustituto para Asuntos Generales, e integrada también por el Comandante del GSP y el Subcomandante de la Gendarmería, procedió a cerrar los ingresos al Palacio Apostólico, colocando el sello 'Cónclave' y '2025'."