El Gobierno británico ha decidido poner en situación de "alta alerta" por el coronavirus a todo el área metropolitana de Londres y sus más de ocho millones de habitantes. La decisión, anunciada esta tarde, deja al 60% de la población británica en el nivel máximo de alerta, con severas restricciones como el cierre de los pubs, bares y restaurantes.
"Más de 10,5 millones de británicos en Londres, Kent y partes de Essex y Hertfordshire serán puestos en el nivel 3", anunció el secretario de Salud Matt Hancock, que justificó la medida tras el repunte de las infecciones en las últimas dos semanas, desde que se levantó el último confinamiento. La medida ha causado el estupor del sector de servicios, que apenas había vuelto a recuperar la actividad.
Los hoteles y los cines deberán cerrar, aunque la medida no afecta de momento a las tiendas "no esenciales". Para las reuniones vuelve a aplicarse la "regla de seis", aunque esta disposición puede quedar suspendida entre el 23 y el 27 de diciembre para permitir las celebraciones navideñas en las casas, con un máximo de miembros de tres familias bajo el mismo techo. Los gimnasios y los centros deportivos seguirán temporalmente abiertos.
Hancock advirtió que "una nueva variante del virus" puede estar detrás del aumento de casos en el sureste de Inglaterra, que está aproximándose a los niveles de infección del norte. El secretario de Salud matizó que es "altamente improbable" que la vacuna de Pfizer/BioNTech que ha empezado a administrarse esta semana a unos 50.000 británicos no funcione contra la nueva mutación del virus.
Reino Unido es el segundo país europeo con un mayor número de muertes por el Covid (64.170), superado de nuevo esta semana por Italia. El número de casos diarios quedó fijado el lunes en 18.447, aunque la tendencia vuelve a ser al alza tras el terreno ganado durante el confinamiento de noviembre. No se descarta que el 'premier' Boris Johnson intervenga en los próximos días para pedir comedimiento a la población, tras las escenas de compras masivas en Regents y Oxford Street en los últimos días.
