Lorenzo Carbone, un ciudadano italiano de Módena, es el protagonista de una historia tan increíble como real. Luego de la muerte de su madre, el hombre de 50 años confesó en la puerta de su casa, y ante las cámaras de televisión, haberla matado.
El crimen de Loretta Levrini, de 80 años, impactó a toda Italia. Su hijo, al ser entrevistado por un grupo de periodistas de Pomeriggio 5, dio detalles del asesinato de su madre y contó que lo hizo “por instinto”.
El hecho ocurrió el sábado 21 de septiembre por la noche, luego de que Carbone pidiera por delivery dos pizzas para comer con su mamá, que padecía alzheimer.
Al día siguiente, la otra hija de Loretta descubrió a su mamá muerta en su cama: estaba acostada y tenía signos de estrangulamiento. Carbone desapareció después del hecho y regresó a su casa el lunes por la mañana. Fue allí cuando se encontró con los medios de comunicación.
Al ser abordado por los periodistas, rompió en llanto y admitió sus actos. “Sí, la maté”, dijo antes las cámaras de televisión. Luego precisó que para asfixiarla utilizó una almohada, después la funda y más tarde unas cuerdas que estaban en la habitación.
“Fue un instinto. No podía soportarlo más. La estrangulé, no sé por qué lo hice. De vez en cuando me hacía enojar porque no dejaba de repetir lo mismo”, explicó el asesino.
Tras escuchar la declaración, uno de los periodistas avisó a las autoridades y la Policía llegó a la casa para detener a Carbone, que más tarde fue llevado a una dependencia en donde permanece detenido.