El gobierno de Australia decidió prolongar hasta mediados de octubre el cierre de su capital, Canberra, ante el temor del avance de la variante Delta de coronavirus. La medida afecta a unas 400.000 personas que desde el 12 de agosto recibieron la directiva de quedarse en sus casas.
Actualmente hay apenas 250 casos activos en la ciudad, aunque las autoridades se muestran precavidas por la altamente contagiosa que es esta variante. El país oceánico registró el último viernes más de 2.000 casos en 24 horas. Nunca había llegado a esa cifra desde el comienzo de la pandemia. Mucho tiene que ver la variante India, otra de las mutaciones del virus.
La intención del gobierno es ir relajando los confinamientos a medida que avancen con un plan de vacunación que empezó muy lentamente. Por ejemplo, casi 53% de los mayores de 16 años fueron totalmente inmunizados en las regiones de Sídney y Melbourne, aunque esperan alcanzar de un 70 a un 80%. para comenzar a levantar restricciones
"Este es el camino más seguro hacia adelante y nos permitirá tener una Navidad más segura, un período de verano más seguro y un 2022 más seguro", confió el jefe del gobierno del Territorio de la Capital Australiana, Andrew Barr.
Australia registra más de 75.000 casos de coronavirus y más de 1.100 muertes desde el inicio de la pandemia. Desde que se filtró la variante Delta, los casos fueron avanzando pese a los cierres tanto localizados como de ciudades completas.