El Gobierno italiano derogó la ley antiinmigración que había sido aprobada el año pasado a instancias del entonces vicepremier Matteo Salvini, y que entre otras medidas disponía fuertes multas a las organizaciones que rescataran migrantes en el Mediterráneo.
En una reunión de gabinete, el Consejo de Ministros derogó a última hora del lunes la ley que multaba con hasta 1 millón de euros y amenazaba con el secuestro a los barcos con migrantes a bordo que entraran en aguas territoriales italianas y que era una bandera de la gestión del líder de la derechista Liga.

La ley había sido aprobada en agosto de 2019, cuando Salvini era ministro del Interior y vicepremier del entonces primer ministro Giuseppe Conte, quien continúa en el cargo al frente de una nueva coalición y ahora decidió eliminar la norma.
De acuerdo a un comunicado oficial emitido tras la reunión, el decreto ley que reemplaza a la denominada "Ley-Salvini" sólo prevé sanciones en caso de que "existan motivos de orden público y seguridad o de violación de las normas sobre tráfico ilícito de migrantes por vía marítima".
La nueva norma, festejada por las fuerzas de centroizquierda que eran oposición en 2019 y ahora sostienen a Conte como el Partido Democrático, prohíbe además la repatriación de las personas que hayan entrado de forma irregular a Italia si se comprueba que hay "riesgo de tortura" en el país de origen, como sucede en Libia, según las denuncias de organizaciones humanitarias.
En ese marco, se incorpora la posibilidad de pedir permisos de residencia "para protección especial" para los inmigrantes en peligro.
"Los decretos/propaganda de Salvini no existen más. Queremos una Italia más humana y segura. Una Europa más protagonista"; festejó el líder del PD, Nicola Zingaretti.