
Tras dos días de negociaciones en Londres, Estados Unidos y China anunciaron un acuerdo de principio para avanzar en la resolución de su larga disputa comercial. Según informaron los representantes de ambas delegaciones, se logró consensuar un “marco general” que ahora será presentado a los presidentes de ambos países para su aprobación.
“Ambas partes han llegado a un acuerdo de principio sobre un marco general y lo presentarán a sus respectivos líderes”, declaró el representante comercial chino Li Chenggang durante una conferencia de prensa tras el encuentro en la histórica Lancaster House.
Por su parte, el secretario de Comercio estadounidense Howard Lutnick destacó que el entendimiento permitirá atender una de las principales preocupaciones de Washington: las restricciones chinas sobre la exportación de tierras raras, insumos estratégicos para industrias clave como la automotriz, la de semiconductores y la aeroespacial.
Un paso hacia la distensión
El anuncio representa un gesto de distensión entre las dos economías más grandes del mundo, que desde 2018 mantienen una escalada de tensiones iniciada por la política de aranceles impulsada por Donald Trump, entonces presidente de Estados Unidos y actual mandatario.
Si bien el contenido detallado del marco acordado no se dio a conocer, ambas partes destacaron el tono constructivo de las conversaciones. “Nuestra comunicación ha sido muy profesional, racional, profunda y franca”, expresó Li Chenggang, quien también subrayó que este paso podría consolidar la confianza mutua de cara a futuros acuerdos más amplios.
Los términos aún deben ser ratificados por los mandatarios de ambos países. Pero el gesto político de haber logrado consensuar un borrador común marca un punto de inflexión en un conflicto que afectó a los mercados globales durante años.