Un preso fue abatido a tiros este jueves por la Policía de Texas después de escapar de un autobús de la prisión, permanecer prófugo por más de tres semanas y horas después de haber sido identificado como sospechoso de haber matado a cinco integrantes de una familia de Houston.
Según las autoridades, citadas por medios locales, los cuerpos de cuatros niños y un adulto fueron encontrados el jueves dentro de una casa del condado de León, el área en donde el recluso Gonzalo López, de 42 años, se dio a la fuga el pasado 12 de mayo. Desde allí, se cree que robó el vehículo de la familia, una camioneta Chevrolet Silverado.
Por la noche, luego de una intensa búsqueda, la Policía dio con el paradero del hombre y comenzó una breve persecución.
Acorde al alguacil, David Soward, en los últimos momentos de la persecución López chocó contra un poste de cableado telefónico, salió del automóvil y abrió fuego contra los oficiales. Posteriormente fue asesinado a tiros por los uniformados, los cuales no resultaron heridos.
López, quien era considerado uno de los diez fugitivos más buscados de Texas, se escapó de las autoridades cuando era trasladado en un autobús a otra prisión para tener una cita con el médico.
Debido a su historial criminal, el reo se encontraba en un área separada del transporte, con jaulas de metal diseñadas para reclusos de alto riesgo.
Sin embargo, López pudo liberarse de sus ataduras, salir de la jaula y atacar al conductor. Luego de un altercado con los oficiales, tomó el control del autobús y huyó en él.
El delincuente fue condenado en 1996 por dos cargos de asalto agravado y recibió dos sentencias de ocho años, y en 2006 cadena perpetua por secuestro y homicidio en primer grado. Asimismo, las autoridades detallaron que estaba afiliado a la mafia mexicana.
