El Senado brasileño acordó el miércoles una rebaja en la pena de 27 años de prisión a la que fue condenado en septiembre pasado el expresidente Jair Bolsonaro. El texto, que la semana pasada fue adoptado de forma sorpresiva por los diputados, llegará ahora al escritorio del presidente Luiz Inacio Lula da Silva, quien tiene la facultad de promulgarlo o rechazarlo.
La medida fue aprobada por 48 votos a favor, 25 en contra.
El ultraderechista Bolsonaro, de 70 años, fue condenado en septiembre por intentar impedir en 2022 la asunción de Lula. Entró en prisión a finales de noviembre y, según la normativa actual, la duración efectiva de su tiempo en prisión se estimaba en unos ocho años. Pero la iniciativa lo reduce a unos dos años y cuatro meses al modificar el tiempo de reclusión para varios delitos, incluido el de golpe de Estado.
De hecho, en un Congreso de mayoría conservadora, la bancada bolsonarista ha insistido en otorgar una amnistía al mayor líder de la derecha y la ultraderecha de Brasil.
Ante la proximidad del receso de fin de año, los aliados del expresidente aceptaron la reducción de penas como “un primer paso” hacia el perdón total.
El autor del proyecto de ley, el diputado Paulinho da Força, defendió la rebaja de penas como “un gesto de reconciliación” en un país polarizado.
Los miembros de la Comisión de Constitución y Justicia del Senado había aprobado el texto por 17 votos a favor y siete en contra el proyecto.
La adopción de la iniciativa por la Cámara baja suscitó manifestaciones el domingo en varias ciudades del país, convocadas por la izquierda bajo los lemas “Sin amnistía” y “Congreso, enemigo del pueblo”.
“Tiene que pagar”
Si es promulgada por Lula, la iniciativa dará además libertad condicional a más de un centenar de bolsonaristas presos por la asonada del 8 de enero de 2023 contra las sedes de los poderes públicos en Brasilia, una semana después de la asunción de Lula.
“Al menos conseguimos sacar a esas personas de la cárcel, que es lo más importante en este momento”, dijo el senador Sergio Moro, exministro de Justicia de Bolsonaro.
En septiembre el Parlamento frenó un proyecto para amnistiar a Bolsonaro y a sus seguidores luego de protestas masivas.
El presidente Lula ha dicho que Bolsonaro ”tiene que pagar" su condena y no quedó claro si ahora vetará la ley.
“Este proyecto está destinado a ser vetado”, dijo el senador Randolfe Rodrigues, del Partido de los Trabajadores del mandatario izquierdista.
El Parlamento no obstante puede votar de nuevo para retirar el veto.
Desde finales de noviembre Bolsonaro purga su pena en un cuarto pequeño de una dependencia policial de Brasilia.
Fue trasladado allí de manera anticipada, luego de que intentó quemar la tobillera electrónica que controlaba su prisión domiciliaria preventiva.
Bolsonaro fue hallado culpable de liderar una conspiración para desconocer el resultado de las elecciones de 2022, que perdió con Lula. La trama golpista contemplaba incluso matar al entonces presidente electo, pero fracasó por falta de apoyo de altos mandos militares.