A diez días de haber obtenido el resultado positivo al test de coronavirus, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, contó que volvió a realizarse una prueba y sigue infectado
Desde que se enfermó de COVID-19, Bolsonaro sostuvo que mantiene un buen estado de salud y desde esta semana reanudó su horario de trabajo normal, según informaron desde su entorno.
Además, aseguró que no siente falta de aire, ni pérdida de gusto y que sigue consumiendo la cuestionada hidroxicloroquina.
El mandatario brasileño fue duramente criticado por minimizar la gravedad del coronavirus, al que varias veces calificó de "gripecita" pese a que la enfermedad hizo estragos en Brasil, el país más afectado después de Estados Unidos con 1.931.204 casos y 74.133 muertes.
Mordido por un ave
Bolsonaro, quien aseguró estar harto del encierro, salió a recorrer los alrededores del Palacio de la Alvorada, la residencia presidencial de Brasil, que también es el hogar de una gran cantidad de ñandúes.
Para distenderse en su cuarentena, Bolsonaro se acercó a varios de esos animales para alimentarlos. Sin embargo, uno de ellos no dudó y, cuando el mandatario le extendió la mano, le aplicó un picotazo que quedó reflejado en el gesto del presidente brasileño.