El ministro de Justicia del gobierno de Brasil, Sergio Moro, presentó su renuncia este viernes después que el presidente le pidiera la renuncia al director general de la Policía Federal, Mauricio Valeixo.


La exoneración de Maurício Leite Valeixo fue publicada en un decreto en el boletín oficial de Brasil y aumentó la tensión entre el mandatario ultraderechista y Moro, quien decidió irse del gobierno.
La disputa entre Moro y Bolsonaro viene desde antes. Hace un par de semanas, el presidente declaró en la puerta de la residencia oficial que el Palacio de la Alvorada, donde suele atender a la prensa, "hay algunas personas en mi gobierno, que algo se les subió a la cabeza. Creen que son lo más. Eran personas normales pero que, de repente, se convirtieron en estrellas, y hablan hasta por los codos, con provocaciones. Pronto les va a llegar la hora". Ese mensaje, inicialmente, fue considerado como el preámbulo del despido del ex ministro Luiz Henrique Mandetta. Pero ahora se interpreta que también tenía como destino al ministro de Justicia.
Moro era el ministro más popular dentro del gobierno debido a su historial de lucha contra la corrupción como juez federal. Su salida es un duro golpe para la promesa de Bolsonaro de impulsar dicha batalla con investigaciones libres de interferencia política.
El ex juez Moro, símbolo del Lava Jato, el proceso judicial que terminó con el ex presidente Lula da Silva en prisión, explicaría las razones de su renuncia en una conferencia de prensa en la sede del Ministerio Justicia, en el centro de Brasilia, donde se observaba un gran despliegue de reporteros de medios locales e internacionales.
El desempeño del ministro de Justicia fue calificado como "bueno" o "excelente" por el 53% de los brasileños encuestados por Datafolha en diciembre, frente a solo el 30% para Bolsonaro.