Un joven palestino de 17 años murió este jueves en la convulsa región de Yenín, en el norte de Cisjordania. Fue durante un operativo del Ejército de Israel para localizar las viviendas de dos palestinos que fueron abatidos el miércoles tras matar a un alto militar israelí. Así lo informaron fuentes oficiales.
"Uday Trad Salah, de 17 años, fue asesinado por una bala en la cabeza disparada por los soldados de ocupación israelíes en Kafr Dan, gobernación de Yenín", indicó un comunicado del Ministerio de Sanidad palestino.
El Ejército israelí confirmó la incursión, cuyo objetivo fue "mapear las residencias" de Ahmed Abed y Abdul Rahman Abed, "los terroristas involucrados en el intercambio de disparos del miércoles por la noche, en que murió el mayor Bar Falah".
Abed y Rahman, de la aldea de Kafr Dan, murieron en el tiroteo que protagonizaron junto a militares israelíes que se aprestaban a arrestarlos cerca del puesto militar de Gilboa, en el norte de Cisjordania. Falah, de 30 años, resultó herido en el enfrentamiento y murió horas después.
"El mapeo se realizó con el fin de examinar la posibilidad de demoler las residencias de los terroristas", explicó el Ejército.
Israel suele destruir las casas de las familias de los palestinos acusados de cometer atentados mortales, incluso antes de que los sospechosos sean condenados formalmente, una política denunciada como "castigo colectivo" por organismos defensores de los derechos humanos.
Durante la redada de este jueves, palestinos "armados, lanzaron artefactos explosivos y cócteles molotov, y dispararon contra los soldados, quienes respondieron con fuego", señaló el Ejército, que incautó armas y arrestó a dos sospechosos de participar en el tiroteo del miércoles.
El ministerio palestino de Relaciones Exteriores condenó "en los términos más enérgicos el atroz crimen de ejecución cometido por las fuerzas de ocupación" contra el joven Salah.
Con él, suman más de cien los muertos en Cisjordania —muchos de ellos menores de edad— en incidentes con Israel, desde inicios de este año, en medio de una espiral de violencia.
Los palestinos han incrementado sus ataques contra objetivos militares o colonos israelíes, mientras que el Ejército israelí ha intensificado sus incursiones en Cisjordania desde abril, como respuesta a una serie de cinco ataques cometidos por palestinos o árabes-israelíes en suelo israelí, en los que murieron 18 personas.
Desde entonces, estas redadas —que se concentran en el área norte de Nablus y Yenín— se han cobrado la vida de más de un centenar de palestinos, según el recuento del Ministerio de Salud palestino, además de registrarse más de 2.000 detenciones.
Israel se queja de que la Autoridad Nacional Palestina (ANP) tiene poca presencia o está perdiendo el control en los focos rojos de violencia, mientras la ANP asegura que la falta de seguridad en la región se produce también a raíz de las constantes incursiones israelíes.