El Departamento de Estado de Estados Unidos elevó este sábado el nivel de alerta en El Líbano a categoría cuatro, de “no viajar”, e instó a todos sus ciudadanos en el país a abandonar el territorio mientras haya vuelos comerciales disponibles, luego de que las autoridades de Beirut reconocieran que la situación se tornó “delicada y peligrosa” y requiera de “un estado de constante vigilancia y preparación total”.
En medio de la escalada de violencia que se desató esta semana en el país vecino a Israel, que se intensificó en los últimos días, el Gobierno de Joe Biden publicó un comunicado en Internet en el que alienta a sus nacionales “a salir del Líbano mientras las opciones comerciales sigan disponibles”, subrayando que, consecuencia de “la naturaleza impredecible del conflicto (...) y las recientes explosiones”, los vuelos ya están operando “a una capacidad reducida”. La advertencia también alcanza a “los ciudadanos en el sur del Líbano, cerca de las fronteras con Siria, y en asentamientos de refugiados”.
La nota advierte que “si la situación de seguridad empeora, las opciones comerciales para salir pueden dejar de estar disponibles (...) y es posible que la Embajada de Estados Unidos no pueda ayudar a los ciudadanos estadounidenses que decidan permanecer en el país” o que, entonces, elijan abandonar el territorio. Inclusive, adelanta que quienes se queden allí deben “prepararse para refugiarse si la situación se deteriora aún más”.
A la par, Israel ordenó cerrar parcialmente su espacio aéreo en la ciudad costera de Hadera -a unos 80 kilómetros de la zona caliente- por 24 horas, mientras que, en tierra, se dispusieron restricciones en reuniones, actividades educativas y uso de espacios públicos, en un intento por limitar los riesgos de posibles impactos de proyectiles enemigos.
Tras semanas de advertirlo, Israel finalmente comenzó esta semana con la nueva fase de la guerra en la que, tras desbaratar las operaciones de Hamas en la Franja de Gaza, desplazó el foco de sus ofensivas al norte, desde donde bombardea objetivos terroristas de Hezbollah en el país vecino. Las maniobras comenzaron con explosiones de walkie-talkies y beepers de la formación enemiga, a lo que le siguieron ataques aéreos masivos de las Fuerzas de Defensa.
Solo este sábado, el Ejército confirmó un ataque a gran escala en el sur del Líbano que alcanzó a miles de lanzacohetes enemigos y barriles lanzadores, listos para su uso inmediato contra el Estado judío. También, en las maniobras de la víspera, al menos 17 combatientes enemigos fueron eliminados en Beirut, incluidos el comandante Ibrahim Aqil y el dirigente del cuerpo de élite de las Fuerzas Radwar, Ahmed Wahbi.
“La cadena de mando militar de Hezbollah ha sido desmantelada casi por completo. Continuaremos operando contra cualquier organización terrorista que represente una amenaza para nuestros civiles en todos los frentes”, aseguró el Ejercito en un comunicado acompañado de una imagen con los rostros de media docena de altos cargos del grupo caídos en los once meses de enfrentamientos.
El primer ministro Benjamin Netanyahu escribió, por su parte, en redes sociales que “vuelvo a enfatizar: nuestros objetivos son claros y nuestras acciones hablan por sí solas”, luego de haber prometido, esta semana, que no bajará los brazos hasta conseguir que los miles de israelíes del norte puedan volver a sus hogares sin riesgos.