Un exdirector del Ministerio de Salud de Brasil que fue echado el mes pasado por pedir coimas en un contrato para comprar vacunas contra el coronavirus fue detenido este miércoles por mentir en su declaración como testigo bajo juramente ante la comisión del Senado que investiga al Gobierno del presidente Jair Bolsonaro por su gestión de la pandemia.
Se trata del sargento de la Fuerza Aérea y exdirector de Logística del Ministerio de Salud brasileño Roberto Ferreira Dias, quien fue detenido en vivo, mientras declaraba y era filmado para todo el país, por orden del titular de la comisión, el senador Omar Aziz, del conservador Partido Social Demócrata (PSD).
El caso configura un nuevo capítulo del escándalo de las vacunas y significa, también, el primer funcionario bolsonarista detenido por corrupción supuestamente en medio de una disputa entre sectores militares que se disputaban poder y negocios entre mayo de 2020 y marzo de 2021 en el Ministerio de Salud durante la gestión del ministro Eduardo Pazuello, general en actividad del Ejército, hoy asesor especial del presidente.
Dias fue acusado de mentir cuando negó reuniones y vínculos con intermediarios que lo denunciaron por pedir un dólar de coima por cada vacuna de AstraZeneca contra el coronavirus adquirida por la cartera sanitaria, un negocio que nunca se concretó.
Dias fue echado el mes pasado del Ministerio de Salud y es el primer bolsonarista preso por corrupción por cometer perjuicio en la comisión investigadora del Senado, ante la cual declaraba como testigo y bajo juramento por más de nueve horas.
El exfuncionario había sido acusado por un policía del estado de Minas Gerais y representante de una empresa estadounidense de insumos médicos, Davati, de pedirle un dólar de coima por vacunas AstraZeneca, en un episodio que aún no fue aclarado totalmente y que ocurrió en un restaurante de un shopping de Brasilia en febrero pasado.
"El testigo está detenido por mentir, por perjurio. Todo testigo que mienta tendrá el mismo destino que él. Esta comisión no es un juego", advirtió Aziz tras ordenar la detención en vivo frente a las cámaras de televisión que transmitían la sesión.
La reacción del oficialismo no se hizo esperar.
Los senadores bolsonaristas calificaron de "ilegal" la detención del exfuncionario, que llegó al cargo en 2019 de la mano de políticos vinculados a la base parlamentaria del Gobierno.
El pedido de coima en cuestión habría sido articulado por militares retirados que habían sido vinculados al Ministerio de Salud y que actúan actualmente como lobistas.
El senador Aziz también afirmó que el detenido Ferrreira Dias ha revelado una interna entre militares sobre poder y negocios, en un gobierno ultraderechista que tiene más de 6.000 uniformados en cargos comisionados en ministerios y empresas estatales, cobrando un plus por encima de sus salarios.
"Los buenos tipos de las Fuerzas Armadas -dijo Aziz- deben estar avergonzados, porque hace mucho se veía esta putrefacción en las Fuerzas Armadas".
Aunque este caso provocó la primera detención no es ni es ni el único ni el más importante que investiga la comisión legislativa.
El viernes pasado, el Supremo Tribunal Federal abrió una investigación contra el propio Bolsonaro por el delito de prevaricación por no haber hecho la denuncia policial cuando un diputado le informó, en una reunión en su despacho presidencial, que había sobrefacturación en un contrato de compra de vacunas Covaxin de la India.
El presidente Bolsonaro, antes de la prisión de su exfuncionario, había confirmado que propondrá como nuevo ministro de la corte al Abogado General de la Unión, André Mendonça, un pastor evangelista que se ha convertido en una bandera del sector integrista cristiano que forma parte del gobierno.
Mendonça debe ser sometido al escrutinio del Senado y reemplazará al decano Marco Aurelio Mello, con lo cual será el segundo juez de la alta corte que responde al bolsonarismo.
El exfuncionario Dias fue llevado por la Policía Legislativa a la sede de la Policía Federal, cerca del estadio Mané Garrincha, donde debía ser registrado a la espera de una liberación rápida por un habeas corpus que estaban presentando sus abogados.
