En Barcelona, se llevó a cabo una movilización con la consigna "Español, una lengua vehicular", para fomentar que se enseñe castellano en todas las instituciones educativas de Cataluña.
Durante la convocatoria, a cargo de la organización Escuela de Todos, se podían leer carteles con lemas como "Ni lengua ni doctrina impuestas", "Cataluña es España", "Prohibir un hablar es prohibir dialogar", "Libertad" y "Stop indoctrinating children in catalan schools" (Basta de adoctrinar a los niños en las escuelas catalanas).

Asimismo, se exhortó al gobierno a que "cumpla y haga cumplir la Constitución en Cataluña, en las demás comunidades autónomas con lengua cooficial y en todo el país", y a que los tribunales velen por los derechos lingüísticos del alumnado en caso de que estos sean amenazados.
A su vez, otro pedido que circulaba estaba dirigido a la Unión Europea, para que condene “las actuaciones de los gobiernos autonómicos y estatales que sean contrarias a los valores europeos".

Esta manifestación se da en un contexto en el cual aún continúan las tensiones por la independencia del territorio catalán. A cinco años de las revueltas sociales que estuvieron a punto de concretar la emancipación de los catalanes, las tensiones entre los grupos independentistas y conservadores están lejos de apaciguarse, lo que profundiza la polarización de opiniones cada vez más.