En el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, las autoridades peruanas detuvieron a un ciudadano coreano de 28 años que intentaba salir del país con un cargamento inusual: llevaba 320 tarántulas, 110 ciempiés y nueve hormigas bala, todas ocultas en pequeñas bolsas de plástico reforzadas con cinta adhesiva y escondidas en dos fajas adheridas a su torso.
Según las primeras investigaciones de las autoridades, las especies, al parecer, habían sido extraídas ilegalmente de la Amazonía peruana, una región rica en biodiversidad que a menudo se convierte en objetivo para traficantes de fauna.
La intervención fue posible gracias a la colaboración entre el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego, la Policía Nacional del Perú (PNP) y el personal de aduanas.
Los especialistas identificaron 35 tarántulas adultas de la especie Pamphobeteus antinou, caracterizadas por su gran tamaño, además de 285 tarántulas jóvenes de la familia Theraphosidae, todas especies nativas de la selva peruana.
También se encontraron 110 ciempiés de la especie Scolopendra sp. y nueve hormigas bala (Paraponera clavata), que, por su tamaño más pequeño, estaban guardadas en pequeños contenedores plásticos.
Contenedores con las especies
Walter Silva, experto en fauna silvestre del Serfor, señaló que estas especies se encuentran amenazadas en Perú y que su captura y exportación forman parte de un lucrativo tráfico ilegal de fauna silvestre, un negocio global que mueve millones de dólares anualmente.
La operación se realizó el pasado 8 de noviembre, cuando los agentes de seguridad del aeropuerto notaron un bulto extraño alrededor del abdomen del pasajero al pasar por los controles. Tras solicitarle que se levantara la polera, encontraron las fajas donde estaban camuflados los animales. La Policía Nacional detuvo al infractor, mientras que la Fiscalía en Materia Ambiental (FEMA) inició una investigación formal.
Los animales, que estaban en condiciones de hacinamiento y sin ventilación adecuada, fueron entregados a Serfor para recibir atención. Según las autoridades, la carga procedía de Madre de Dios, región que es blanco recurrente de estas prácticas ilegales.
Silva advirtió que el tráfico de animales aumenta en épocas cercanas a las fiestas navideñas, cuando la demanda internacional por especies exóticas como mascotas o para colecciones particulares se dispara, alcanzando altos precios en el mercado. Asimismo, advirtió sobre las técnicas cada vez más ingeniosas que emplean los traficantes para evadir la seguridad en aeropuertos y fronteras.