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Internacional

China dio un paso clave en la alimentación del futuro y dejó en segundo plano a la carne

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China dio un paso histórico en materia de alimentación y biotecnología al aprobar por primera vez un ingrediente alimentario basado en micoproteína, una proteína obtenida a partir de hongos mediante fermentación. La decisión fue adoptada por la Comisión Nacional de Salud, que además estableció un marco regulatorio nacional detallado para su producción, etiquetado y uso, marcando un punto de inflexión en la estrategia alimentaria del país.
La autorización beneficia a la empresa Fushine Bio, que podrá escalar su producción hasta 200.000 toneladas anuales de micoproteína, un volumen inédito en Asia-Pacífico. El ingrediente aprobado se obtiene del hongo Fusarium venenatum y se produce a través de fermentación de biomasa, un proceso que reemplaza a la ganadería tradicional y resulta hasta 1.000 veces más eficiente que la carne en términos de generación de biomasa.


Según detallaron las autoridades sanitarias, se trata de una medida que apunta a diversificar las fuentes de proteína, reducir la presión sobre los recursos naturales y fortalecer la seguridad alimentaria, considerada una prioridad estratégica para China en un contexto de crecimiento poblacional y tensiones globales en el suministro de alimentos.
La micoproteína aprobada se desarrolla a partir del micelio del hongo, cultivado en tanques cerrados con glucosa y agua como principales insumos. Las cepas autorizadas, identificadas como A3/5 y TB01, tienen una capacidad de crecimiento acelerada: duplican su biomasa cada cinco horas en condiciones óptimas, lo que permite una producción rápida, controlada y estable.

Desde el punto de vista nutricional, el producto presenta un perfil proteico completo, con todos los aminoácidos esenciales, alto contenido de fibra, bajo nivel de grasas y ausencia total de colesterol. Además, no requiere antibióticos, pasturas ni grandes extensiones de suelo, y genera menos emisiones de gases de efecto invernadero que la proteína animal.
Fushine Bio comercializa su producto, denominado FuNext, en distintos formatos: una versión húmeda con textura fibrosa para alimentos estructurados como hamburguesas o nuggets; un formato seco en polvo orientado a nutrición funcional; y un “corte entero” que imita la estructura del músculo, adaptable a tiras o filetes.

Más allá del producto en sí, la aprobación establece un precedente regulatorio relevante. A diferencia de otros países, China definió estándares nacionales precisos sobre composición, procesos industriales, límites de uso y advertencias para poblaciones sensibles, como niños y mujeres embarazadas. Esto aporta certeza jurídica y facilita inversiones y escalamiento industrial en el sector de proteínas alternativas.
Especialistas señalan que, aunque la micoproteína no reemplazará por completo a la ganadería, puede convertirse en una herramienta clave para aliviar tensiones en el sistema alimentario global, reducir la dependencia de importaciones y ofrecer proteínas de alta calidad con menor impacto ambiental.

La decisión de China no es solo técnica ni regulatoria: es una señal estratégica sobre el rumbo que el gigante asiático proyecta para el futuro de la alimentación, combinando innovación biotecnológica, eficiencia productiva y sostenibilidad.

Fuente: DIARIO PANORAMA
biotecnológica Fushine Bio China Alimentación
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