El ministro de Defensa de Brasil, Fernando Azevedo e Silva, presentó este lunes por la tarde su renuncia al cargo, el mismo día en que también oficializó su salida el canciller Ernesto Araújo.
El también general del Ejército de 67 años, informó su decisión a través de un comunicado: “Agradezco al Presidente de la República, a quien dediqué total lealtad durante estos más de dos años, por la oportunidad de haber servido al país como Ministro de Estado de Defensa".
"Durante ese período, conservé a las Fuerzas Armadas como instituciones del Estado. Mi reconocimiento y gratitud a los Comandantes de la Armada, Ejército y Fuerza Aérea, y sus respectivas fuerzas, que nunca hicieron grandes esfuerzos para atender las necesidades y emergencias de la población brasileña. Dejo con la certeza de la misión cumplida”, finalizó el mensaje.
Según las primeras versiones, la decisión de Azevedo e Silva derivó de un pedido directo de Bolsonaro, quien se plantea hacer una reforma y cambiar titulares en varios cargos importantes del Gobierno.
Poco antes, el ministro de Relaciones Exteriores, Ernesto Araújo, dimitió a su cargo, tras fuertes presiones de sectores políticos afines a Bolsonaro que lo acusaron de obstaculizar el acceso a las vacunas anticovid.
Las presiones contra Araújo crecieron en las últimas semanas y se hicieron fuertes en grupos parlamentarios de la propia base oficialista, descontenta con las críticas del canciller a socios claves para Brasil, como China y Estados Unidos.
Estas renuncias se suman a la del ministro de Salud, Eduardo Pazuello y, en su reemplazo, Bolsonaro nombró al cardiólogo Marcelo Queiroga, luego de que el mandatario tuviera que admitir que la pandemia está causando estragos en su país y comenzara a usar tapabocas en público y encargara millones de vacunas para la población.