
Una remota isla africana en el corazón del Golfo de Guinea pidió desesperada ayuda a la Argentina en su encarnada lucha contra un régimen. El territorio reveló lazos coloniales que, inesperadamente, unen a nuestro país con este lugar de apenas 17 kilómetros cuadrados.
La solicitud proviene de la República de Annobón. "Fuimos parte del mismo territorio. Hoy pedimos auxilio a la Argentina, nuestro país hermano", declaró desde Buenos Aires el primer ministro annobonés, Orlando Cartagena Lagar.
Su llamado no fue solo político: denunció represión de parte del régimen de Guinea Ecuatorial y clamó por ayuda humanitaria urgente. Según Lagar, Annobón formó parte del Virreinato del Río de la Plata antes de ser arrancada por la corona española en el siglo XVIII.
En 2022, el pequeño territorio proclamó su independencia, aunque aún carece de reconocimiento internacional. La isla cuenta con recursos pesqueros, minerales y una ubicación en una ruta marítima clave.
Su lucha por independizarse radica en décadas de abandono, de contaminación ambiental, de saqueo de sus riquezas y de una feroz represión por parte del régimen de Teodoro Obiang Nguema Mbasog.
Ya se baraja la posibilidad de instalar una base logística argentina y enviar una misión humanitaria. Pero algunos analistas advierten sobre un posible roce diplomático con Guinea Ecuatorial y complicar los apoyos africanos a la causa de las Islas Malvinas.
Su situación es desesperante: no poseen agua potable, electricidad ni atención médica, mientras sus habitantes viven aislados y bajo constantes abusos.
"Nos están matando lentamente", denunció con crudeza Lagar. Por ahora, sin palabras oficiales del Gobierno, el tema ya ingresó al Congreso.
Entre los motivos por los que Annobón pidió ayuda a la Argentina, además de sus lazos coloniales, se destaca que desde la isla miran a la Argentina como una referencia democrática. Entre sus argumentos, hicieron hincapié en la experiencia argentina de lucha contra las dictaduras.
Historia de Annobón
La isla fue descubierta por los portugueses el 1 de enero de 1473. Para ese entonces era desierta y fue poblada con africanos de Santo Tomé y Angola.
Su cultura autóctona, por tanto, fue importada, con una población resultado de una mezcla criolla de portugueses y africanos colonizados. Para Portugal no presentó ninguna ventaja colonial y dejó casi independientes a los moradores, con esporádicas visitas militares y misioneras.
Entre 1777 y 1778, mediante una serie de tratados, se transfirió la soberanía a España. Con una toma de posesión conflictiva, y jurídicamente dudosa, la isla se dejó en el mismo estado de autonomía local.
La proposición habla de que sufrió un abandono institucional severo, sin integración efectiva en la administración ni provisión de servicios básicos como salud, educación o infraestructura.