El brutal crimen ocurrió el viernes alrededor de las 19, en el departamento familiar, mientras las dos nenas estaban solas en casa. Una ambulancia acudió tras recibir una llamada realizada por la mayor y encontraron herida de gravedad a la más chica, que murió poco después en el hospital.
Según el comunicado de la policía, la adolescente de 13 años, que no alcanzó aún la edad de responsabilidad penal, fue ingresada en una clínica psiquiátrica donde está recibiendo atención psicológica, mientras se investigan las circunstancias del suceso.
De acuerdo con medios locales, la víctima sufrió múltiples heridas punzantes y la policía incautó un cuchillo con manchas de sangre en el departamento ubicado en la planta baja de un edificio de seis pisos.
Además, los vecinos contaron a la revista Bild, la familia procede de Serbia. “Siempre veíamos a la madre cocinando con la ventana abierta”, dijeron.
La policía sigue investigando el crimen y los forenses consiguieron más pruebas en el departamento de la familia este sábado. Buscan determinar si la joven de 13 fue realmente la única responsable del sangriento acto.
Según el Código Penal alemán, (artículo 19) “estará exento de responsabilidad quien, en el momento de la comisión del hecho no tenga catorce años de edad”. En Alemania, por tanto, los chicos menores de 14 años gozan de una presunción absoluta o irrebatible de inimputabilidad, por lo que, en ningún caso, podrán ser juzgados por tribunales penales de ningún tipo y sólo se les podrán imponer medidas de protección o educación.