Los delitos atribuibles a la extrema derecha totalizaron 23.604 en 2020, lo que supone un aumento del 5,7% en un año y se trata del nivel más alto desde que se introdujo esa estadística en 2001.
Estos delitos van desde la incitación al odio racial o el saludo hitleriano, hasta crímenes como el asesinato de nueve jóvenes de origen extranjero en Hanau en febrero de 2020, informó la agencia de noticias AFP.
"Hay clara tendencia a la brutalidad en nuestro país", deploró Horst Seehofer, denunciando también un aumento de los crímenes cometidos por la extrema izquierda y por islamistas.
"Estas cifras son muy preocupantes. La tendencia observada en los últimos años se está consolidando", añadió.
Las autoridades alemanas, así como las organizaciones de la sociedad civil, alertan sobre los peligros que plantea el resurgimiento de la extrema derecha en un país atormentado por su pasado nazi.
Esta amenaza fue subestimada durante mucho tiempo por los servicios de inteligencia, que se habían centrado en la lucha contra el islamismo y la amenaza yihadista.