
Definido el liderazgo y sin nominaciones, Gran Hermano vive una semana diferente, enfocada en los Golden Tickets, que se resolverán el lunes; pero este jueves sonó el teléfono rojo y cambió el juego.
El animador adelantó que los jugadores que se encuentran en la casa recibirán mensajes de sus familiares, pero la sorpresa fue el regreso del teléfono rojo.
El más veloz, ante el llamado, fue Juan Pablo, quien se ganó un importante beneficio: fulminar a dos jugadores y elegir a un compañero para que haga lo mismo con otros dos participantes.
La definición del llamado incluyó un blooper, ya que cuando se lanzaron corriendo hacia el teléfono, Lucía se cayó al piso.
En cuando a las decisiones de “Devi”, primeramente eligió a Lourdes para que sea la encargada de fulminar. La joven fue por Lorenzo y “Bati”, dos de los “nuevos”.
A su turno, Juan Pablo apuntó contra Santiago “Tato” y Luciana, justo ambos del mismo grupo. De esta manera, los cuatro fulminados se convirtieron en los primeros nominados junto a Chiara, quien mantenía una sanción desde la semana pasada.
El líder Ulises, quien ganó la prueba del auto, tenía la posibilidad de salvar a alguno, pero eligió que todos sigan en placa de nominados.