En 2017 Selena Gómez se sometió a un trasplante de riñón, que fue necesario para su lucha contra el lupus. Tres años después de ese procedimiento, la cantante se animó a mostrar la cicatriz que le quedó en la ingle.
"Cuando recibí mi trasplante de riñón recuerdo que, al principio, fue muy difícil mostrar mi cicatriz. No quería que apareciese en fotos, así que usé cosas que la cubrieran", admitió la artista junto a una foto en donde se la ve en traje de baño.
A pesar de eso, contó que trabajó mucho para aceptarla y sentirse bien con esa parte de ella: "Ahora más que nunca, confío en quién soy y por lo que pasé... Y estoy orgullosa de ello. Todos los cuerpos son hermosos", agregó la joven de 28 años.
El riñón que recibió Selena hace tres años se lo donó su mejor amiga Francia Raisa.