Hasta hace tres o cuatro semanas, María Becerra recorría confortablemente su campaña artística. Todo eran sonrisas, numerazos, éxitos y alegrías. Pero de pronto, flash: su participación en la apertura de Showmatch, primero, pero sobre todo una polémica actitud que le valió el enojo de los seguidores de Paulo Londra la pusieron en el ojo de la tormenta. En menos de un mes, aquellas caricias se transformaron en sospechas de que está agrandada y en una avalancha de críticas y cancelaciones. ¡Plop!
Así fueron los hechos: poco después de estrenar un tema con Tini Stoessel y llegar al punto máximo de su popularidad, Becerra fue una de las presencias principales de la apertura de Showmatch. Ahí empezaron los problemas. Algunos la consideraron "distante" y "canchera" y las palabras "soberbia" y "agrandada" empezaron a sobrevolar su personalidad. Ella se fue a Estados Unidos y creyó alejarse del bochorno: nada más errado.

Becerra subió a sus redes una foto junto al cantante y productor colombiano "Ovy on the drums", y lo que pareció una simple imagen como tantas otras provocó un terremoto infernal. ¿Quién es el muchacho? Uno de los responsables de "Big Ligas", la productora que tiene firmado a Paulo Londra y a la que tanto el cordobés, el rey del trap en la Argentina, como sus millones de seguidores responsabilizan por su año y pico sin hacer música.

Hace más de un año, Londra denunció a "Big Ligas" con el argumento de que "no vio la letra chica del contrato" que les firmó y que algunas condiciones lo ponían en una situación desventajosa. Los fanáticos del cantante no fueron tan diplomáticos ni tan formales: "Lo recagaron a Paulo y ahora toda la guita que él produce con sus canciones se la quedan ellos" bramaron. El conflicto se trasladó a la justicia, retumbó en las redes y tiene frenado a Londra hace muchísimo tiempo.

En aquel momento de pirotecnia y explosiones sobre todo tuiteras, Becerra se manifestó a favor de Londra y de los artistas que quieren hacer su arte pero se ven explotados por productores sin escrúpulos. Hasta ahí, todo bien. Pero ayer ella subió la famosa foto con "Ovy on the drums" y los fanáticos de Londra no se lo perdonaron. Al contrario: la pusieron número uno en las tendencias digitales y le prometieron cancelaciones al por mayor por "darse vuelta y apoyar a los que perjudicaron a Paulo". Las criticas fueron impiadosas.

Becerra tomó nota de la bola de nieve que se le venía encima y volvió a las redes para hacer una aclaración, pero le salió el tiro por la culata. "Por todo esto que está pasando me siento con la responsabilidad de aclarar la situación. Se cae de mafuro que yo quiero que Paulo pueda volver a sacar musica! Es lo que todos queremos y estamos esperando hace 2 años, eso es obvio y siento que no es necesario salir a aclararlo. Ojalá toda esta situación se destrabe y él sea feliz nuevamente haciendo lo que ama!" arrancó.
Después, siguió: "Mi intención no es estar metida en quilombos contractuales, discográficos o de managers. Simplemente soy una artista y como todos estoy constantemente buscando la forma de crecer artísiticamente, tener más eperiencia y conocimientos. Entiendo que la situación se haya malinterpretado pero simplemente fui a hacer mi trabajo".

El escrito no calmó las aguas, sino que las embraveció aún más. Los seguidores de Londra, que se cuentan de a miles, reaccionaron una vez más en contra de ella y le prometieron algo así como una "guerra a todas sus producciones" porque creen que sus palabras fueron tibias y no apoyaron a su ídolo como ellos esperaban.
¡No aclares que oscurece...!