Preparado para una nueva etapa en su vida, Guido Süller decidió vender la lujosa mansión que él mismo diseñó y en la que vivió durante años, y explicó qué lo llevó a tomar esta importante decisión.

El inmueble se encuentra ubicado sobre un lote de 1.200 metros cuadrados, en el barrio privado San Sebastián de la zona de Pilar, y cuenta con una imponente vista al lago además de una pileta climatizada in-out, una cascada de seis metros de altura que divide el interior del exterior y desborda hacia una playa privada frente a un lago.

Además, en el costado de la propiedad, Guido tiene su propio muelle y en su interior también se pueden encontrar una imponente sala de cine y una cocina inspirada en los bares retro de los años 50. Lo cierto es que la construcción de la mansión de Süller estuvo muy lejos de pasar inadvertida ya que una reconocida revista de arquitectura y decoración la destacó entre las seis casas mejor diseñadas del país y la convirtió en tapa.
Sin embargo, Guido se siente listo para dar el siguiente paso y dejarla atrás porque si bien considera que es una mansión soñada, el mediático reveló que la casa fue pensada para habitarla de a dos y hoy, está soltero. “Esto fue proyectado cuando yo estaba en pareja. No te olvides que yo me casé y soy antiguo, de los que pensábamos que el casamiento era para toda la vida y me fue mal, fracasé. Mi pareja me dejó y yo me quedé solo en una casa gigante”, manifestó en diálogo con Teleshow de Infobae.
“Era, es y será la casa de mis sueños, porque realmente lo tiene todo. La gloria de un arquitecto es lograr vivir en la casa que él diseñó”, planteó con sinceridad.
Sin embargo, Süller se dio cuenta de que la mansión que había construido no coincidía con la sencillez que estaba buscando para la cotidianidad: “Era como la casa de una estrella, al punto que en la puerta hay una baldosa con una estrella como en el Paseo de la Fama de Hollywood. La casa la hice pensando en el personaje, para la tele, para que venga la prensa a grabar. Siempre hice una vida cinco estrellas, pero lo que más buscaba era un hogar, un hogar cálido con olor a pan casero”.

Es por eso que Guido se mudará a una chacra que tiene menos de dos hectáreas en Baradero, San Pedro, Provincia de Buenos Aires donde podrá tener contacto con la naturaleza y la vida sustentable.
“Me levanto y no tengo que ir a la verdulería y comprarme una naranja para exprimirme un jugo. Yo tengo mis plantas de naranja, de mandarina, en un mes ya voy a tener duraznos, ciruelas, damascos, además de mis papás, batatas, cebolla de verdeo. Es un lugar muy sencillo, pero tiene ese calor de hogar. Amaso pan y la casa huele a pan casero y no hay nada más lindo que comer de lo que te da la tierra”, remarcó.