El Martín Fierro para mejor programa periodístico es para: “Chiche Gelblung. Crónica. 70-20-20″. Con estas palabras, Joaquín Pollo Álvarez, uno de los conductores de la gala junto a Carolina Pampita Ardohain, anunció al primer ganador de la velada. Sí, en la noche que marcaba el regreso de los premios luego de la pandemia, el histórico periodista tuvo el honor de ser el primer galardonado. Con una sonrisa de oreja a oreja, Chiche caminó por la alfombra roja recibiendo los aplausos y la ovación de sus colegas hasta llegar al estrado, donde Guillermo Blanc en representación de APTRA le entregó la estatuilla. Sin embargo, lo que a los ojos de todos era un comienzo feliz, había tenido un preludio destacado por un percance.
En su llegada al Palacio de los Deportes, mientras transitaba por la alfombra roja del brazo de su esposa, el histórico conductor de Memoria se tropezó con la bicisenda ubicada sobre la calle Bouchard. De inmediato, el periodista fue asistido por sus acompañantes, una tarea a la que se sumaron los periodistas que lo entrevistaban y personal del estadio. En su caída, a Chiche se le produjo un corte en su boca, que le provocó un sangrado que tuvo que ser mitigado con un pañuelo.
Acostumbrado a caerse y levantarse en tantos años con la profesión, el panelista de Polémica en el bar no tardó en incorporarse. Después de algunos retoques estéticos, el periodista estaba listo para volver a la fiesta y sentarse a la mesa en la que lo esperaban algunos compañeros de tantos estos años y ocasional competidor, como Rolando Graña. Por más batallas que tenga en sus espaldas, si había algún nervio en el cuerpo del periodista, seguramente este percance haya ayudado a mitigarlo y a pensar en otra cosa. Y si todavía los nervios persistían, el misterio iba a tardar poco tiempo en develarse.
