A la lista de famosos que se contagiaron de coronavirus ahora se suma Candela Ruggeri. La modelo lo comunicó en sus redes sociales y aclaró que salió a contarlo “para que no se enteren por otro lado”. Aislada desde hace días por protocolo, la hija de Oscar Ruggeri hizo catarsis en Instagram y pidió a sus seguidores no aflojar con los cuidados. “Les quería contar yo que hace unos días me agarró COVID y para que sepan que estoy bien”, anunciaba quien hasta hace unos días disfrutaba de unas mini vacaciones en el sur con su novio y un grupo de amigos.
Angustiada por la situación, la influencer reconoció haberla pasado fatal al comienzo con más de un síntoma que la asustó. “Los primeros dos días no estuvieron buenos, levanté mucha fiebre, me sentía muy muy mal con dolor de espalda, de garganta, se me inflamaron los ganglios. Fue horrible”, subrayó aunque también transmitió tranquilidad. “Después de unos días que estoy y me siento bien quería pedirles que no nos relajemos. No es que yo me relajé pero todavía no sé dónde me lo contagié. El virus sigue estando lamentablemente y obviamente estoy aislada en mi casa para cuidar a todos”, siguió y confirmó que su pareja Nicolás estaba bien.
“Obviamente del otro lado hay muchos que también la estén pasando en este momento por eso quería mandarles un mensaje de buena energía, de positividad que me parece que eso es lo más importante, cuando uno se pone en la cabeza que se va a recuperar rápido, que tiene ganas de estar bien y la mente positiva creo que todo eso está conectado con tu cuerpo, con tu mente y hay que ser positivo. Así que a ponerle la mejor y gracias de todo corazón por los mensajes”, cerró “Cale” y prometió contar cómo evoluciona su cuadro día a día hasta que le den el alta.
Esta no es la primera vez que el COVID toca de cerca a Candela. En octubre la modelo grababa un video en Instagram muy angustiada luego de que su papá Oscar Ruggeri, su hermana y su cuñado se contagiaran. Entre lágrimas, se manifestaba muy preocupada por la situación: “Es un momento muy delicado porque falta ese abrazo, ese ir a ver si están bien, cuidar de mis sobrinos. También me emociona un poco el no poder estar ahí con ellos. Por suerte y gracias a Dios están súper bien. Pero es una mierda todo lo que está pasando. Me pongo así porque somos muy unidos con mi familia y no verlos tanto tiempo, y no poder ir a estar con ellos, la verdad es una mierda”, reflexionaba quien hoy lo atraviesa en primera persona.