Brenda Asnicar ya se olvidó de su historia con Duki y vive un intenso romance con un estadounidense. Se llama Adam Justin y se conocieron en Nueva York a través de un amigo en común. Actualmente, la actriz vive entre Estados Unidos y Buenos Aires.
La divina pasó anoche por el programa No es tan tarde (Telefé) y el conductor Germán Paoloski invitó al novio al piso. Adam sólo entiende el inglés y, hasta que llegaron algunas preguntas para él, se lo vio un poco desorientado. Por suerte, Brenda ofició de traductora.
El estadounidense contó que no es la primera vez que visita Argentina y que hace 10 años viene a jugar al polo. La actriz explicó que la pasión por los caballos y por este país hicieron que la conexión entre la pareja fluya.
Se conocieron por un amigo en común, Saul, al que la actriz definió como “Cupido”. El primer encuentro entre ellos fue en el verano neoyorkino en un bar secreto. Esa misma noche, la invitó a la primera cita: ir juntos a un show de jazz a Blue Note, un club histórico para este género musical.
“Cuando lo vi dije ‘Ah listo, este pibe que onda’”, dijo ella. En paralelo su novio respondió en inglés que para él también fue amor a primera vista.
Quién es Adam Justin, el nuevo novio de Brenda Asnicar
Adam Justin tiene 29 años, reside en Nueva York y trabaja en un negocio familiar dedicado a la venta de propiedades. Su puesto dentro de la empresa que crearon sus abuelos es de “Director de arrendamiento”. Su oficina queda a dos cuadras del mítico edificio Empire State.
Brenda Asnicar y Adam
Si bien el joven no es polista profesional, le encantan los caballos y hasta tiene su propio equipo de polo, Justin Farms. Su familia también tiene un rancho donde le encanta pasar sus días lejos de la gran manzana y conectado con la naturaleza.
Según contó Brenda Asnicar en una entrevista, es fanático de la música de los ‘70s y le gusta leer literatura japonesa. Por ahora, solo tiene 1400 seguidores en su cuenta de Instagram sin candado, donde muestra un poco cómo vive: rodeado de amigos, en la playa, en el campo o en la nieve, siempre con una sonrisa en la cara.
